La gestión pasada el 12 de octubre, se desarrollaron las elecciones generales, los ganadores, el instrumento político del MAS, con ese triunfo han pensado, volver a ganar en las elecciones regionales de las gobernaciones y municipios, los resultados fueron otros, para el oficialismo.
Para esas elecciones los dirigentes del instrumento político del MAS, por ser un partido grande en la actualidad, han pensado que los candidatos deben ser militantes, para evitar que los librepensantes, traicionen al Gobierno, ningún independiente podía ser candidato, solo, los ciudadanos comprometidos con el proceso de cambio. El Señor Presidente fue más visionario que los dirigentes, propuso la apertura a diferentes personalidades de cada departamento, provincia, comunidad, ha buscado más participación representativa, ha confiado en las diferentes instituciones, sin mirar el color de partido al que pertenecen, incluso invitando a personas, que estaban en contra del Gobierno, corriendo el riesgo de recibir traiciones, tuvo bastante éxito, con esa táctica política, ganando las elecciones con amplia mayoría.
En las elecciones regionales los resultados no fueron positivos, es necesario que evalúen las razones de la pérdida, puede ser, la incorporación de muchos oportunistas de partidos tradicionales, hoy defensores de las conquistas sociales y de la vida democrática del país. Que, ocupan diferentes cargos jerárquicos en la administración pública, indicando que defienden el proceso de cambio, cuando están buscando intereses individuales y de grupo, devaluando la imagen de estas instituciones de servicio hacia la colectividad.
Los dirigentes de las organizaciones sindicales, han tomado decisiones en forma vertical, sin el concurso de los trabajadores de bases, olvidándose que es importante las asambleas, reuniones, congresos, discusiones, debates, para cualquier problema o temas actuales, antes luchadores, ahora parecen defensores de la política económica neoliberal, y las bases no reaccionan, están adormecidas, existe apatía y conformismo con los problemas que atraviesa el país. Los actuales dirigentes están privando el derecho a la opinión de sus bases, derecho a la discrepancia.
Para las elecciones regionales, gobernaciones, municipales, los dirigentes masistas que llegaron por casualidad, han indicado, que los candidatos deben ser, militantes y no librepensantes, sin ver si tienen liderazgo regional, si tienen representación, toman decisiones arbitrariamente a nombre de las bases, sin importarles la participación democrática.
Las principales autoridades amenazaron con no trabajar con la oposición, esas amenazas se han convertido en propaganda para la oposición, la desesperación ha llevado a resultados ya conocidos. A falta de líderes regionales, el Señor Presidente ha ido haciendo campaña para las alcaldías y gobernaciones, cuando se debería cuidar la imagen de la primera autoridad. La división del oficialismo, en muchas regiones del país, por querer ser candidatos, o por no respetar a los candidatos elegidos por las bases. La acusación sobre corrupción en algunas instituciones, dañando la imagen de algunos candidatos.
Otra discusión es la concepción filosófica, si el gobierno popular de izquierda tiene propuestas sociales y económicas, para hacer cambios estructurales en el país, o aceptar la continuad de las políticas sociales, económicas de gobiernos anteriores, los expertos en el área económica deben decir al pueblo, las causas de la crisis del sistema económico financiero capitalista, para buscar alternativas que realmente responda a los intereses del pueblo y no estemos copiando modelos extranjeros.
El Tribunal Supremo Electoral, ha tenido muchas improvisaciones que han perjudicado al pueblo, se ha ido anulando a muchos candidatos del Beni a pocos días de la contienda electoral, faltando información oportuna, es necesario que un tribunal de esa magnitud actúe con mucha responsabilidad, ser imparcial, autónomo, para administrar las elecciones tanto nacionales como departamentales, existe observaciones de organismos internacionales al trabajo de esta institución, tales como la OEA, la ONU, por tanto el Estado Boliviano está en la obligación de revisar la ley electoral, en relación con la CPE.
El pueblo boliviano, no quiere autoritarismo, soberbia, chantaje, manipulación, quiere que se reconozca a sus propios líderes, no quiere imposición, no quiere que un grupo decida por ellos, el pueblo quiere democracia, libertad de expresión, participación sin condicionamientos, se respete sus derechos, no están de acuerdo con la corrupción, con la demagogia, el centralismo, violencia política, quiere transparencia, las autoridades tienen la obligación de escuchar al pueblo, respetar los resultados de las elecciones y hacer lectura crítica y reflexiva sobre la manifestación del pueblo, siendo parte de la democracia.
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