Miercoles 01 de abril de 2015
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Dentro del proceso de institucionalización que lleva adelante el Ministerio de Educación para cargos directivos del Sistema Educativo Plurinacional y en concordancia con la Ley No. 070 de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, cada tres años se convoca al magisterio nacional a que puedan postularse para optar cargos como ser: Direcciones y sub Direcciones Departamentales de Educación, Direcciones Distritales, Maestros/as para las Escuelas Superiores de Formación, Unidades Académicas, y Direcciones de Unidades Educativas.
Luego de haber seguido de cerca este proceso de institucionalización, llegamos a la conclusión de quienes son favorecidos con los cargos a diferentes instituciones, son los maestros y maestras que pusieron en la mesa del tribunal más cartones o llamados certificados, es decir que “La Cultura del Cartonaje” es determinante para optar o acceder a uno de los cargos en compulsa.
Si bien es una instancia dentro del proceso de institucionalización el exponer los cartones o certificados de estudios realizados durante la carrera profesional, uno se pregunta ¿Cuánto de veracidad tienen dichos certificados?, ¿Cuánto de lo que se oferta responde a nuestra realidad?, ¿Quién verifica si dichos cartones son evidencias verdaderas y no truchas?, ¿Cuánto de lo que se aprende se aplica en la práctica o desempeño profesional? En realidad los maestros y maestras estamos expuestos a estas situaciones por el solo hecho de que en nuestro Reglamento del Escalafón está estipulada la forma de calificación (Art. 23 Méritos profesionales) y es de forma cuantitativa
