Existen diversos factores que interactúan cuando nos comunicamos, entre ellos los aspectos verbales. Además de los aspectos lingüísticos, debemos prestar mucha atención también a los elementos que van más allá de las palabras. Es decir, no solamente es importante el qué vamos a decir, sino también el cómo lo vamos a decir.
Es importante que notemos la diferencia en formas de comunicar de las personas en distintas situaciones. Es muy diferente nuestra forma de comunicarnos con un amigo que cuando estamos, por ejemplo en un examen. Esto es debido al rol que cumplimos en determinadas situaciones y distintos ámbitos. Sin embargo, esta diferencia en formas de hablar, puede ser perjudicial cuando se lleva al extremo. En muchos estudiantes, pasar al frente a dar una lección o rendir un examen oral, puede ser una situación muy difícil. Lo mismo sucede para las personas que deben presentarse a una entrevista para solicitar un empleo o para un profesional al presentar un proyecto frente a una comisión de directores de una empresa.
Los factores que más influyen en la comunicación son fáciles de identificar y requieren de un tiempo de entrenamiento para mejorarlos. Sin embargo, este entrenamiento no es más que hacer un intento por convertir a nuestra forma de hablar en espontánea y natural en cualquier situación, inclusive si estuviéramos frente a miles de personas.
El primer factor a tener en cuenta es el hecho de utilizar muletillas. Las muletillas son los eeeee..., esteeeeeeee..., ummmmm , o sea, de nuestra comunicación. Estas muletillas suelen entorpecer la forma de hablar y la imagen que brindamos a una persona que nos escucha es la de inseguridad. Utilizamos muletillas cuando no nos acordamos de algo o cuando dudamos de lo que vamos a decir, por lo tanto, le estamos brindando a la mente un tiempo para que piense. Una forma de eliminar las muletillas de nuestro discurso es primero prestar atención a cuándo las usamos y, una vez detectadas utilizar un breve espacio de silencio. Cuando nos quedamos pensando brevemente en una idea, no debemos emitir el eeeeee... o esteeeeee..., sino simplemente quedarnos callados.
Otro factor influyente en la comunicación son los tonos de voz. Es necesario hacer alguna inflexión de la voz de vez en cuando para recalcar las palabras o ideas más importantes. Esto le brinda dinamismo a la forma de hablar y le permite a la persona que escucha entender mejor qué es lo más importante de nuestro discurso. Imaginemos las palabras en negrita del próximo texto como palabras que diremos con más énfasis: Utilizar los tonos de voz con inflexiones es sumamente importante para lograr una mejor comunicación.
El puente esencial de la comunicación es la mirada. Debemos procurar mirar a la persona o personas a las cuales le hablamos para establecer ese lazo. Si alguien nos habla pero no nos mira, seguramente al poco tiempo dejamos de prestar la debida atención a sus palabras, porque no nos sentimos "en contacto" con esa persona. Por lo tanto, la mirada debe ser la que direccione la comunicación.
Por último, debemos prestar atención a nuestro cuerpo. Es importante estar "flojos", en lo posible relajados corporalmente, porque la tensión que tengamos en el cuerpo se traducirá directamente a nuestra mente y nuestras palabras. El hecho de utilizar los gestos para hablar ayuda a comenzar a aflojar el cuerpo y si podemos desplazarnos mientras hablamos puede ayudar a que seamos más dinámicos al hablar
Fundamentalmente, la comunicación debe entrenarse. Si tenemos que rendir un examen oral, dar una lección o charla, es de vital importancia que lo practiquemos primero, ya sea con alguien o solos (si se quiere, frente al espejo). Esto ayuda a organizar nuestras ideas y a darnos cuenta cómo vamos a comunicarnos. Por lo tanto, la comunicación, como la mayoría de los procesos mentales, es una habilidad que podemos y debemos entrenar, en lo posible, en forma permanente.
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