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Domingo 29 de marzo de 2015

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Revista Dominical

Desarrollo económico chileno y el Litoral de Bolivia mito o realidad

29 mar 2015

Ernesto Bernal Martínez

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Bolivia nació a la vida independiente en 1825 con una costa de aproximadamente 400 kilómetros sobre el océano Pacífico. A inicios de la década de 1840, ciudadanos chilenos comenzaron a ocupar el Litoral boliviano y explotar sin autorización los ricos depósitos de guano existentes en la zona, aprovechándose de la escasa población local y la poca presencia de autoridades bolivianas. Como consecuencia, Chile pretendió extender su soberanía hasta el paralelo 23º, en territorio boliviano. En Antofagasta se encontraban los grandes yacimientos salitreros, que fueron explotados por empresarios chilenos en la década de 1860 y en 1879 Chile invadió y ocupó por la fuerza el territorio del Departamento del Litoral.

Así, Chile dio un paso importante en su trayectoria de desarrollo gracias a las exportaciones de los recursos naturales que pertenecían a Bolivia. A principios del siglo XX, pasó a estar entre los países económicamente más avanzados en América Latina. En efecto, podría decirse que antes de ello Chile era una economía atrasada, con un crecimiento relativamente modesto.

Según Meller, la etapa inicial de la economía chilena moderna comenzó en 1880, los recursos naturales, especialmente los minerales, han tenido siempre un papel importante en la economía chilena. Sin embargo, lo que cambió sustantivamente el carácter de la economía chilena fueron las exportaciones salitreras que comenzaron a realizarse en gran escala durante la década de 1880.

Por otro lado, El Libro del Mar hace referencia que, en 1877 un terremoto seguido de maremoto (estimado en 8,8 grados en la escala de Richter en mediciones posteriores) arrasó la costa boliviana devastando ese territorio. Por si esto fuera poco, en 1878 una terrible sequía asoló importantes sectores del territorio boliviano.

Como consecuencia de estos desastres naturales, el Gobierno de Bolivia solicitó a la empresa anglo-chilena Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta el pago de 10 centavos por cada quintal de salitre exportado, a fin de generar recursos ante las catástrofes naturales que habían afectado a la región. Esta solicitud suscitó un reclamo por parte del gobierno de Chile antes que la compañía acudiera a los tribunales bolivianos correspondientes. Por su parte el Gobierno boliviano manifestó su disposición de someter esta controversia al arbitraje establecido por el Protocolo Complementario de 1875, sin recurrir al mecanismo de arbitraje previamente acordado, Chile invadió militarmente el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

EXPORTACIONES DE RECURSOS NATURALES 1880-1971

Durante el período 1880-1930, las exportaciones salitreras dominaron la economía chilena; entre 1940 y 1971, el principal producto de exportación fue el cobre. En todo ese período, que se extiende por casi un siglo, el salitre y el cobre han representado más de la mitad de las exportaciones totales de Chile (Meller, 1998).

El fácil acceso al mar (los grandes yacimientos se encontraban a una distancia de entre 40 y 80 kilómetros del océano) y gracias a los grandes depósitos, con alto contenido de nitrato, Chile pronto se transformó en el mayor productor de nitrato del mundo. De 1880 a 1930, las exportaciones salitreras constituyeron el área más importante de la economía chilena, elevando el nivel total de exportaciones de manera significativa y proporcionando una enorme y creciente fuente de ingresos al gobierno chileno.

La producción de nitrato registró una tasa de crecimiento sostenida y relativamente alta durante 40 años: entre 1880 y 1920, las exportaciones salitreras crecieron a un ritmo de 6,1 % al año. La explotación del nitrato requería una tecnología rudimentaria, relativamente intensiva en mano de obra: en el período 1906-30, más de 40.000 personas trabajaron en los yacimientos salitreros. Ya en 1890 las exportaciones salitreras constituían la mitad de las exportaciones chilenas; desde comienzos del siglo XX, y hasta la Primera Guerra Mundial, su participación en las exportaciones totales fue superior al 70 %, mientras que su contribución al Producto Geográfico Bruto (PGB) fluctuó en torno a un 30 % durante el período 1900- 1920.

Las exportaciones salitreras aumentaron el nivel de tributación desde menos de $us 1 millón en 1880 a más de $us 20 millones en los primeros años del siglo XX, aportando al gobierno chileno casi el 50 % de los impuestos totales entre 1895 y 1920; también contribuyeron indirectamente al presupuesto estatal al proporcionar divisas para la expansión de las importaciones, puesto que aumentaron la disponibilidad de recursos fiscales. De este modo, los impuestos al sector externo tuvieron una participación de 60 %-80 % en la tributación total durante el período de auge del salitre.

El auge de las exportaciones salitreras dio un gran impulso al sector externo chileno, transformándose en el motor del crecimiento y generando dos cambios estructurales fundamentales en la economía chilena. Primero, los inversionistas extranjeros llegaron a ser agentes importantes, principalmente en el sector minero exportador. Segundo, a pesar de la ideología predominante del laissez faire, el gobierno empezó a adquirir un papel cada vez más protagónico en la economía, debido a los grandes ingresos tributarios generados por las exportaciones salitreras.

LA ERA DEL COBRE

(1920- 1971)

En 1911, firmas norteamericanas iniciaron inversiones en la mina a tajo abierto más grande del mundo, Chuquicamata (cerca de Calama, fue parte del territorio de Bolivia antes de la invasión chilena). La inversión inicial en Chuquicamata fue de alrededor de $us 125 millones, y la producción se expandió rápidamente: hacia 1924, Chuquicamata producía 107.000 toneladas al año. Es decir, en 10 a 15 años esta mina de cobre estaba aportando el 80 % de la producción total de cobre de Chile.

Las exportaciones del cobre; han adquirido una importancia creciente en la economía chilena. Desde 1945, han representado más del 50 % de las exportaciones totales (y aún cerca del 60 % en el período 1955-59). La tributación a esta actividad aportó más del 26 % de la recaudación total del gobierno en la década de 1950. La importancia relativa de las exportaciones del cobre en el PGB de Chile fluctuó entre 6 % y 9 % en el período 1950-1970.

Todos los indicadores muestran una importancia relativa mucho mayor de las exportaciones salitreras, principalmente por el hecho de que éstas representaron alrededor del 30 % del PGB chileno, mientras que las exportaciones del cobre constituían alrededor del 8 %.

LA INDUSTRIA DEL LITIO

Chile es el primer productor de litio del mundo con reservas conocidas en el salar de Atacama (territorio boliviano antes de la invasión chilena), siendo este su mayor depósito correspondiendo al 25 % de las reservas mundiales del recurso.

El salar de Atacama es el depósito de mayor calidad de litio en el mundo. Está ubicado en el sector centro-oriental de la II Región de Chile, a 2.300 msnm, con una superficie de 3.000 km2 y un cuerpo salino central o núcleo de 1.400 km2. Las concentraciones de litio en Atacama son las más altas entre los salares conocidos.

Actualmente, y según estimaciones del gobierno chileno, poseen el 41 % del mercado mundial de litio, con exportaciones que durante el año pasado el mineral representó ingresos por $us 204 millones para Chile. Asimismo, en 2011, Chile aportó el 37 % de la producción mundial de litio, seguido por Australia, con el 30 %; China, con un 15 %, y Argentina, con un 12 %. Además, contiene el 25 % de las reservas mundiales del recurso.

En conclusión, los recursos naturales, que pertenecieron a Bolivia, dieron y siguen dando un gran impulso al desarrollo económico de Chile y; el impacto en el Producto Interno Bruto y las exportaciones de Chile son muy importantes.

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