Viernes 27 de marzo de 2015
ver hoy
Si bien es cierto que todas las comunidades indígenas “estancias “en Bolivia tienen una escuela; pero uno desconoce cuántas de esas escuelas tienen maestros o docentes no graduados en instituciones pedagógicas para enseñar a leer y escribir de acuerdo a los requerimientos y exigencias que el caso requiere. Por supuesto estas improvisaciones no son rendidoras como uno quisiera. Pues lo que pasa es que el gobierno de turno ve con indiferencia y dejadez y nombra personas irresponsables, improvisadas y oportunistas para la formación de docentes. Me refiero al ministro de Educación.
De ahí a estas alturas del siglo XXI todavía la gran mayoría de nuestros compatriotas campesinos no saben leer ni escribir y a ello se suma la multiplicidad de lenguas habladas ya sea el quechua, aimara u otras. Dentro de esa multiplicidad y diversidad de lenguas la unicidad de una sola lengua, o sea del castellano, es prioritaria porque de otro modo seguiremos como estamos, atrasados dentro del consenso internacional latinoamericano.
Es de lamentar que todavía a estas alturas hay docentes trasnochados, anacrónicos con cargos ejecutivos que sostienen la vigencia del bilingüismo. Todas las culturas y toda la vida en el mundo entero tienden a remozarse y actualizarse en materia educativa menos en Bolivia. Los gobiernos bolivianos no han sabido aprovechar las generosas ayudas que brindan como los gobiernos de Venezuela para que nuestros docentes asistan al Instituto Pedagógico de Caracas de formación docente y así superar la insensatez horrible que nos aqueja.