En el mes de octubre del 2014 donde se eligieron al presidente, vicepresidente, senadores y diputados en las elecciones generales, escribí un artículo titulado “Pasó y ahora viene lo serio’’ pensando en las elecciones subnacionales donde se elegirán gobernadores (as), alcaldes (as), asambleístas y concejales e hice algunas sugerencias con el propósito de que quienes sean electos sean los mejores ciudadanos. El artículo decía:
a) Tener un programa de gobierno departamental y municipal seriamente elaborado para exponerlo en el marco de sus campañas y no pecar en la improvisación tan impune como normalmente ocurre.
b) Tomando en cuenta la cantidad de asambleístas y concejales que le corresponde a cada región en función de territorio y población, por lo menos el 50% sean profesionales para estructurar a futuro asambleas y concejos altamente competitivos.
c) Que las asambleas y los concejos puedan efectivamente lograr el desarrollo regional en coordinación con quienes sean electos gobernadores (as) y alcaldes (as), pero fundamentalmente con la sociedad civil a la cual deberán informar por lo menos en dos ocasiones cada año.
Lamentablemente la situación ha empeorado en relación a las elecciones nacionales si se analiza la manera en que fueron elegidos los candidatos para cada uno de los puestos electivos. Una vez más ha quedado en evidencia que todos los partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y otro tipo de organizaciones prevalecen los grupos de poder que a título de elegir candidatos por consenso ponen en sus listas a allegados, a compadres y a gente sin el menor mérito, necesario, al extremo que existen algunos que no tienen la mínima idea de lo que es una asamblea departamental o un concejo municipal. Tal como lo reconoció el propio presidente de la república hoy en día existe excesiva democracia, pero no dijo que puede convertirse en asambleismo y no se puedan lograr los consensos para elegir a candidatos más idóneos en cada uno de los partidos políticos. Otra cosa que dijo el presidente es que algunos ciudadanos al no ser electos en sus partidos se fueron de candidatos por otras agrupaciones ciudadanas que no tienen las mismas condiciones que debe tener un partido político (estructura y posición ideológica).
La improvisación es tan evidente que las organizaciones políticas que participan en los eventos electorales, pasado el evento eleccionario no tienen una oficina que permita ofrecer información a los ciudadanos.
Otra de las evidencias que ha dejado la forma de elegir a los candidatos es que la “Clase Media ha sido borrada del mapa electoral’’ salvo algunas excepciones. Un partido político serio y responsable deberá cumplir si no todo, una buena parte de la ley de partidos en actual vigencia; entre los más importantes podemos citar los siguientes:
a) Tener una sede propia y su personería jurídica reconocida por el órgano electoral departamental.
b) Tener un estatuto orgánico que regule su funcionamiento.
c) Tener una dirección política departamental elegida democráticamente.
d) Tener un comité político departamental que sea responsable de todas las decisiones políticas partidarias.
e) Tener un tribunal de honor que haga cumplir las resoluciones disciplinarias internas.
Podríamos mencionar muchos otros más, pero considero los mencionados como los más importantes. Observando lo acontecido en la selección de los candidatos podemos afirmar sin temor a equivocación que la asamblea y concejos departamentales que sean elegidos será una ofensa a la ciudadanía orureña, basta observar su participación en algunos eventos o foros auspiciados por algunas instituciones, se puede concluir que lo que campea es la mediocridad y la improvisación. Aun así sería conveniente que la ciudadanía no se equivoque y rechace los argumentos ya conocidos como: (ha robado pero ha hecho obras). Basta que los corruptos y los foráneos sean dueños de nuestro destino.
A modo de sugerencia sería conveniente que los partidos políticos reciban la lista de sus precandidatos con dos meses de anticipación al plazo de inscripción oficial, es decir, que las organizaciones sociales, los distritos, los municipios, elijan en la modalidad que crean conveniente por lo menos a dos ciudadanos para cada cargo electivo. Una vez recibidas las nóminas de precandidatos y después de un análisis minucioso y pormenorizado elaboren las listas oficiales, la instancia más idónea que debe participar en esta etapa no puede ser otra que el comité político de cada partido político para evitar de esta manera una serie de conflictos internos como ha ocurrido en la actualidad y que además ha dado lugar al oportunismo y al transfugio político. A futuro y de manera inexcusable la clase media deberá ser tomada en cuenta o estaremos condenados a que la mediocridad tome carta de ciudadanía.
*Ing. Metalurgista, exparlamentario
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