Miercoles 25 de marzo de 2015
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El terrorismo, donde sea y como sea, ha encontrado dos víctimas iniciales para su accionar: la religión y la prensa; dos instituciones que abraza la mayor parte del mundo y que son brazos fundamentales del bien y enemigas mortales del mal. La religión ha jugado, en todos los tiempos, papeles muy importantes para la preservación de la vida, para el logro de buenas condiciones de convivencia entre los hombres y los pueblos. Así, la Iglesia Católica ha tenido que jugar papeles importantes en la lucha contra doctrinas materialistas que tienen como única opción, la esclavitud del ser humano al servicio de pocos hombres que se erigen como conductores.
Lo ocurrido a partir del año 1917 en lo que fue Rusia y se convirtió en la Unión Socialista de Repúblicas Soviéticas (URSS) se han sentado las primeras bases del comunismo basado en las doctrinas marxistas y leninistas que propugnaron la lucha de clases y el imperio de políticas materialistas y ateas que negaron, por principio, todo credo religioso y, además, conculcaron las libertades para el pueblo.
