Vivimos en una sociedad que promueve, apoya y premia el talento. Generamos modelos, supermodelos en base a los talentosos: deportistas, artistas, científicos, políticos. Relacionamos el talento con éxito y dinero, pensando que este triángulo da la felicidad. Es difícil demostrar todo esto. Pero el talento es una realidad; en la familia, en la escuela, en los centros laborales, en las instituciones, en el deporte, en el arte. Muchas de nuestras expresiones culturales son producto del talento individual o grupal. Sea cualquiera el modelo educativo que tengamos el talento siempre estará presente individual o grupalmente. Por lo tanto, el talento es un tema educativo, social, cultural, político y científico.
En varios países del mundo han tomado el crecimiento del talento individual o grupal como una política de desarrollo. Existen gestores del talento que se dedican a encontrar a los talentosos, proporcionarles beca, ubicarles en el espacio laboral y continuar con ellos hasta su consagración. Cada vez los talentosos son más jóvenes, eso quiere decir que el trabajo es más intenso y a temprana edad, cuatro a seis horas de trabajo diario en su talento. El sistema educativo les da la prerrogativa de estudiar a domicilio con profesores particulares, que luego de un examen de homologación van avanzando de curso. No queremos dar a entender que estamos de acuerdo con este sistema, porque todo beneficio tiene su costo, y creemos que en varios casos el costo social, emocional, espiritual fue muy caro.
Si analizamos el tema del talento desde el enfoque curricular del Sistema Educativo Plurinacional, que va en contra del individualismo y va a favor del desarrollo comunitario, encontraremos cuestionamientos a los modelos individuales de crecimiento del talento y encontraremos la necesidad de generar modelos de desarrollo comunitario del talento con valores sociocomunitarios, en armonía con la Vida, con la Naturaleza y el Cosmos, tomando algunos principios técnicos de la teoría de la gestión del talento. Para sintetizar esta reflexión hago un enfoque filosófico y psicológico del talento.
Al igual que los primeros filósofos griegos de la escuela de Mileto que se preguntaron de dónde se origina la vida, nos preguntamos ¿de dónde se origina el talento? Según Feldhusen J.: "El talento surge de la habilidad general como una confluencia de las disposiciones genéticas, de las experiencias familiares y escolares, de los intereses específicos de los estudiantes, y de los estilos de aprendizaje". O sea el talento tiene muchas raíces: la genética, las experiencias, las motivaciones personales y los estilos de aprendizaje. Pero qué debemos hacer los profesores para lograr todo ello en este Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo: (1) Centrar nuestra técnica educativa comunitaria en la búsqueda del talento, (2) Fomentar el talento en la niñez y la juventud con base en el desarrollo de su Ser, Saber, Hacer y Decidir, dando a cada uno la oportunidad de desarrollar su talento, con ayuda de los otros, porque está demostrado que todos tenemos uno o varios talentos a la espera de una oportunidad para desarrollarse al igual que la semilla que espera de condiciones externas para germinar, (3) Integrar y complementar los diferentes talentos para concretar el talento de equipo, como una forma de servir mejor a los intereses de la nación y de la comunidad.
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