Jueves 19 de marzo de 2015
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El agua es un elemento vital, tan importante y sin este líquido, podríamos extinguirnos fácilmente. Sin embargo, esta se vuelve perjudicial para la salud humana cuando se estanca por varias semanas o meses, en casos extremos hasta años.
Al estancarse el agua por un largo tiempo, desertifica el suelo, cobrando un color diferente que despide olores desagradables o pestilentes, espantando a quienes transcurren cerca del lugar.
Asimismo, estas se convierten en el hábitat perfecto de muchos mosquitos que transmiten enfermedades como la malaria, el dengue. Así también se acumulan algunos miriápodos “gusanos con colas” que son fenómenos para su especie. Se reproducen las bacterias que sin duda se vuelven en contra del humano.
No solo queda ahí el problema que pueden causar las aguas estancadas, va más allá, está el riesgo de enfermar a toda la sociedad en su conjunto, precisamente porque de estas se despiden olores no gratos, que viajan a kilómetros esparciéndose por los rincones de las ciudades, causando incluso dolores de cabeza leve u ocasionando otros efectos.
Fuente: LA PATRIA