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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Día del niño por nacer - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Bernard Nathanson era un médico que trabajaba según las formas de su formación. En Estados Unidos de América se le conocía sobre todo porque era dueño de un inmenso hospital para partos en el que se realizaba abiertamente el aborto a todo que lo solicitara. Sus normas de moral no sospechaban que el aborto fuera algo más de una operación quirúrgica.
Confesó él mismo, que personalmente realizó algo más de 5.000 abortos y que supervisó y aprobó otros tantos 70.000, pero el doctor se preguntó más de una vez, si avanzaba por buen camino, humanamente hablando. Era conocido como “el rey del aborto”.
Declaró con sinceridad que cuando él se lanzó a la práctica masiva de abortos lo hizo para que triunfara la revolución sexual del 68. Lo cual es muy esclarecedor y establece la estrecha relación entre el aborto (y demás manipulaciones del hombre con los gametos humanos) y dicha revolución, que no fue exclusivamente sexual como muchos creen, sino una revolución cultural profunda, en la que estamos inmersos, que afecta a la persona en su totalidad y a su relación con Dios.
En colaboración con un amigo médico y para mejor conocer y explicar la teoría del aborto, filmó una película en la que el protagonista era un feto de 12 semanas, con la magia de los inventos actuales, mediante una diminuta cámara dispuesta en el seno mismo de una mujer, siguió paso a paso, las vicisitudes del desarrollo de la criatura. Cómo de la masa primera iban saliendo las articulaciones, de qué manera y con qué potencia respiraba, la forma mágica en que se alimentaba por medio del cordón umbilical, pudo captar en volumen y color, toda la maravilla de la formación sucesiva de una criatura en el seno de su madre.
Nathanson deseaba observar el fenómeno del aborto desde dentro, efectivamente, filmó el momento en que se provocaba una punción que producía la muerte, y contempló algo que le aterrorizó: la reacción del feto, que al sentirse herido, se movió en actitud de defensa y abrió su forma en formación, para exhalar lo que supuso era un grito de protesta.
Aunque sólo tenía 12 semanas, el feto estaba vivo, era una persona como nosotros, bien que en camino de desarrollo. El film que ha sido repartido y exhibido en el mundo entero, se titula “El grito silencioso” porque aun cuando no se escuche su sonido, hay un espantoso movimiento de defensa inútil, puesto que el punzón penetró el corazón del feto.
El espanto que provocó la experiencia hizo que Nathanson cambiase totalmente de opinión, se consideró como verdadero criminal, aunque hubiera actuado inconscientemente. Dedicaría el resto de su vida a reparar el mal que había realizado, evitado en adelante todo aborto, y recomendando al mundo entero su abstención de matar a inocentes.
A consecuencia de esta convicción de que el aborto es un crimen abominable, el doctor Nathanson, se convirtió al catolicismo, abandonando su decidida postura de ateo.
Nacido judío, durante su vida adulta de médico abortista se describía a sí mismo como un “judío ateo”. Una vez convertido a la causa provida, se hizo católico gracias a los esfuerzos del Padre John McCloskey, sacerdote del Opus Dei. Fue el entonces arzobispo de Nueva York, el cardenal John O’Connor quien lo recibió como miembro de la Iglesia Católica en diciembre de 1996 administrándole el sacramento del bautismo, así como los otros sacramentos de Iniciación cristiana.
Quienes hemos tenido la dicha de contemplar la película, podemos captar toda la tragedia de esta pequeña e inmadura criatura que siente el dolor, desea librarse de él, y espontáneamente busca la huida imposible al mismo tiempo que su boca se desgarra para patentizar la tortura que le inflige el aborto provocado.
Claro que no sólo es el dolor provocado en la inocente criatura, lo que debe alejarnos del aborto, sino el respeto a su vida, a su personalidad, a su dignidad, y a su libertad. Aunque el aborto se verificaba de un modo suave e indoloro, no por ello dejaría de ser un crimen abominable.
El doctor Nathanson, gran defensor y procurador de abortos, se despertó a tiempo, convirtiéndose en un apóstol incansable del respeto a todos los fetos vivos en el seno de sus madres.
El 25 de marzo, se celebra la Jornada del Niño por Nacer. Este domingo 22 de marzo a hs. 07:00 el Obispo de Oruro, Monseñor Cristóbal Bialasik celebrará desde el Santuario de nuestra Señora del Socavón, la Santísima Eucaristía, televisada a todo el país en directo, para pedir a Dios, el Autor de la Vida, para se respete toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural.
(*) Director Nacional Pioneros de Abstinencia Total
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