Campañas electorales incompletas

Sea cual fuese el cómodo sillón, los candidatos intensificaron sus campañas en pos de convencer al mayor número de votantes a su favor para llegar a la Gobernación o la Alcaldía Municipal. En el caso de los candidatos a esos puestos la intensidad proselitista es grande pues se juega el puesto mayor, sabiendo que los perdedores no podrán sentarse en los sillones de mando.

Así está configurada la situación actual con una variante especial en relación a la anterior ley que permitía a los postulantes jugar una alternativa de llegar al Concejo Municipal, si no alcanzaba su objetivo de encumbrarse como jefe del aparato edilicio.

De ahí que en la situación presente es importante conocer a los ciudadanos que forman las listas de concejales, situación que puede influir de manera determinante en la decisión soberana de los electores, es decir que las mejores listas pueden recibir un apoyo efectivo que amplíe el margen de triunfo del principal candidato.

Otro tanto sucede en el caso de la Gobernación y los candidatos a la Asamblea Departamental. La campaña de estos postulantes es también solitaria y casi excluyente para el resto de postulantes, hecho que de ser tomado en cuenta podría motivar un mayor sentido de solidaridad política partidaria por algunos de los candidatos y sus futuros colaboradores, si la ciudadanía así lo decide.

Se habla del voto “arrastre”, precisamente corroborando lo que señalamos, ya que inclusive algunos candidatos pueden mejorar el porcentaje de votos si muestran listas de concejales o asambleístas que tengan cierto nivel de ascendencia en la colectividad.

A más de esa situación, en materia de votación, por lo menos en el nivel oficial ya se instruyó aplicar el “voto lineal” es decir marcar por la “plancha completa”, justamente para asegurar la sumatoria favorable a un partido o agrupación ciudadana.

Empero la vigencia democrática electoral, en respeto a la voluntad de los votantes, establece la posibilidad de ejercer el “voto cruzado”, es decir que el ciudadano puede marcar además del postulante a Gobernador o Alcalde a los ciudadanos que los considere idóneos para ser parte del Concejo Municipal o la Asamblea Departamental, lo que significa en este caso, buscar calidad antes que elegir por cantidad.

Hay que tomar en cuenta la responsabilidad del ciudadano para definir la futura formación de los órganos deliberantes en las capitales de departamento, con la presencia de los ciudadanos cuya idoneidad y solvencia sean garantía para manejar el destino de cada departamento.

Tarea de alta responsabilidad es la que espera a los nuevos electos a la cabeza y en los órganos deliberantes del distrito, su misión deberá ceñirse a las leyes vigentes y su tarea tendría que ser aplicar correctamente las normas ya existentes, además de proponer y promulgar nuevas instancias que mejoren las condiciones de vida de la colectividad

Por tales circunstancias, más allá del intenso ajetreo proselitista que confunde al electorado, primará la meditada decisión ciudadana, pero conociendo al conjunto de candidatos, esa es una opción para mejorar réditos políticos el próximo 29, evitando que el ciudadano indeciso haga uso de su derecho al voto blanco.

Fuente: LA PATRIA