Pese a los golpes que propina el Control Operativo Aduanero (COA) a los contrabandistas, ese sector se da modos para introducir variada mercadería de contrabando a la ciudad, particularmente centenares de fardos de ropa usada.
En días recientes y luego de operativos de “inteligencia”, funcionarios del COA detectaron otras viviendas en la zona Sur de la ciudad, en las cuales se guardaba una enorme cantidad de contrabando, incluyendo 530 fardos de ropa usada que cualquier día hubiera salido al mercado local y trasladada a otros del interior del país.
Por lo que se aprecia el negocio fructifica, pues las incautaciones de fardos en los últimos meses pasan de un millar, lo que significa que de todos modos y pese a esa pérdida, se rehacen las operaciones y el flujo de contrabando persiste y con tanta habilidad que llega hasta los depósitos en la mismísima ciudad.
Camiones cargados con electrodomésticos, mercadería de la línea blanca, televisores, computadoras, variedad de telas, son parte de los suntuosos cargamentos que provienen de Chile en enormes camiones que pasan los controles aduaneros del país vecino y sortean con facilidad los retenes del territorio nacional y especialmente los que están en la jurisdicción orureña para llegar a destino y mantener vigente un negocio fabuloso por sus utilidades y altamente perjudicial a la economía regional, por efectos de competencia en precios pero además por una millonaria evasión de impuestos.
La Aduana Nacional se atribuye los operativos realizados a través de su brazo de control operativo, además de incluir en los procesos de allanamiento de los depósitos a representantes del Ministerio Público con lo que se legalizan las operaciones de lucha el contrabando.
Llama la atención el hecho de que con inusitada frecuencia se producen operativos aduaneros, pero la mayoría de estos se cumplen directamente en los galpones que poseen los contrabandistas en enormes lotes construidos en varios sectores de la ciudad, pero especialmente en el sector Sur, donde predominan las construcciones de tinglados y altos portones, que como se observa sirven para almacenar el contrabando.
Pese a la incautación de mercadería y fardos de ropa usada, los puestos con mercadería de contrabando siguen bien surtidos para las ferias que se producen en nuestra ciudad dos veces a la semana y en las que se proveen comerciantes del interior, caso de Cochabamba y Santa Cruz, para La Paz el ingreso de contrabando pasa hasta la ciudad de El Alto desde donde se satura los negocios de conocidas calles paceñas, donde se vende la más variada mercadería de contrabando.
Los golpes del COA, parecería que no afectan a los contrabandistas, pues la incautación de dos o tres camiones llenos de productos se reponen en corto tiempo con el doble de movilización, en materia de movilidades y productos, de ahí que la preocupación estriba en saber cómo es posible ese fenómeno en periodos relativamente cortos.
La Aduana Nacional señala que está mejorando sus sistemas operativos, que existe mejor dotación de equipos para el COA, que se han reforzado los puestos de control sin embargo el contrabando persiste… No será que este poderoso comercio ilegal está superando las estrategias de la Aduana?
Algo está sucediendo y merece investigación y atención particularizada, mientras tanto los contrabandistas llegan hasta sus propios depósitos.
Fuente: LA PATRIA
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