El eslogan del Presidente Evo Morales: “Patria o Muerte”, difundido en cada una de las concentraciones del Movimiento Al Socialismo (MAS), quedó sellada en la institución de las Fuerzas Armadas de la Nación, con la simple disposición autoritaria, desechando la frase tradicional "Subordinación y constancia", como forma de cambiar el modo de pensar de integrantes de nuestro Ejército que no necesita ningún epíteto, porque el sentido de la bolivianidad está en la profundidad del sentimiento de cada uno de ellos y el nuestro.
El vocablo "patria o muerte" fue divulgado ampliamente como grito de guerra por Ernesto "Che" Guevara, guerrillero argentino-cubano que incursionó sobre nuestro territorio hace poco mas de 40 años, provocando muerte de jefes, oficiales y tropa de las Fuerzas Armadas y campesinos del oriente boliviano. La derrota y posterior muerte del "Che", fue posible por la conciencia patriótica del Ejército entendiendo que la soberanía nacional estaba en grave peligro.
Este mismo eslogan está todavía en la boca de Fidel Castro que traicionó a "Che" Guevara durante su presencia en Bolivia junto a militantes del Partido Comunista Boliviano; también corresponde al vozarrón de Hugo Chávez, presidente venezolano.
La frase reciente, estará presente en todo acto oficial de todas las unidades militares, con la aceptación -sin titubeos- del Alto Mando Militar, reemplazando a "subordinación y constancia".
El Presidente Morales no puede proclamar el sentido de la bolivianidad imponiendo eslóganes, porque no se trata de un concepto abstracto, sino, precisar el contenido con análisis somero entendiendo el acontecer humano, el desarrollo histórico del pueblo, vale decir, su cultura, ideología y el pensamiento que tuvieron sobre bolivianidad varios sociólogos, estadistas y escritores como Franz Tamayo, Jaime Mendoza, Carlos Montenegro, Fernando Diez de Medina, incluidos José Antonio Arze y Marcelo Quiroga Santa Cruz, pensadores de prestigio que apuntan con claridad el concepto de la bolivianidad.
Las Fuerzas Armadas, aparte de las atribuciones institucionales que la Ley les asigna, son vigilantes de la integridad territorial, junto a su nuevo rol de animador de la democracia nacional. Es evidente que el Ejército y sus componentes han sido usados por las oligarquías y desgobiernos para enfrentarlos al pueblo en afán de mantener la hegemonía en el poder y por presiones políticas en cada momento; pero, su misión conciliadora está latente por la condición apolítica de sus miembros.
La institución armada como entidad tutelar y cívica, es la que puede unir y puede ordenar a nuestro país, sin rótulos de llamamientos a guerra , cuando estamos ingresando a una etapa de distensión para encaminarnos al progreso que espera el pueblo.
Como complemento a esta nota, me permito añadir cinco pensamientos de excelsos personales:
"Se puede engañar a todo el pueblo durante algún tiempo; a una parte del pueblo se le puede engañar siempre; pero no se puede engañar siempre a todo el pueblo" Lincoln.
"Admito el poder creador y revolucionario de las masas, mas no a intervención interesada de los demagogos" A. France.
"Para juzgar bien de la revoluciones y de sus actores, es preciso observarlos muy de cerca y juzgarlos muy de lejos" Bolivar.
"Jamás los hombres improbos han podido hacer historia, sino escuela de delincuencia ahistórica" Toynbee.
"En ninguna república democrática los hombres públicos son intangibles. Sus actos a través de su vida y después de ella, son revisables. Se pertenecen al pueblo y no a sí mismos" Salamanca.
(*) Periodista
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