Las autoridades sanitarias de Oruro se encuentran preocupadas por el crecimiento de casos de rabia canina en el distrito, sumando a nueve positivos en los últimos días según los datos del responsable del programa de Zoonosis del Servicio Departamental de Salud (Sedes).
Entre enero y febrero hay un registro alarmante de 248 personas mordidas por canes, en la mayoría vagabundos, aunque también se mencionan a mascotas lo que representa un peligro para personas tanto en las calles como en los domicilios. De acuerdo a estadísticas del sector el registro de dos meses se considera alto y sumamente delicado.
El registro del Sedes que corresponde a la gestión del año pasado en Oruro anota 55 casos de rabia en total, 45 en canes, es el mayor porcentaje, 8 en otros animales y 2 en humanos.
Estos datos implican un latente riesgo para la población orureña, de manera especial en ciertos sectores periurbanos de la ciudad donde jaurías de perros sin dueño atemorizan a los viandantes y en muchos casos atacan a niños y personas de la tercera edad, como se comprueba con los partes de centros médicos a los que acuden las víctimas.
Frente a esta situación es que se ha planteado soluciones a las autoridades del Sedes, en la sección correspondiente que tiene que ver con el control de las epidemias y en este caso también de enfermedades transmisibles como la mortal rabia canina.
De momento se menciona la aplicación de dos programas, uno que sería de educación en las escuelas donde los maestros deben inculcar a los niños la responsabilidad en la tenencia de mascotas. Debe añadirse la implícita responsabilidad de padres de familia en igual instrucción en el hogar y de manera práctica con los animalitos que conviven en cada casa.
El otro programa según responsables del Centro Municipal de Zoonosis consistiría en la esterilización de animales hembras y machos, de acuerdo a un programa zonificado para cubrir toda la ciudad, y señala parte del instructivo que esa operación se produciría a costo mínimo, lo que implica mascotas en domicilios. Se indica que la comunidad no responde a este programa, de ahí que aumenta el número de mascotas.
Sin embargo, el mayor peligro está en la enorme cantidad de perros sin dueño y que pululan en los barrios y en el mismo centro de la ciudad y son estos los que deberían ser vacunados con mayor urgencia, aunque según entendidos en la materia, el peligro de mordeduras y transmisión de rabia canina persistirá aunque se produzca una campaña de esterilización.
El remedio a este latente problema tiene que tener otras alternativas más prácticas y contundentes, pues se trata de defender la salud y la seguridad de las personas, sin privar a ciertos segmentos de tener una mascota o un guardián en la casa, bajo cuidados especiales que deberán ser controlados.
Empero el peligro en las calles no se elimina, posiblemente disminuya en un mínimo porcentaje la cantidad de perros, por el proceso de esterilización, pero esa población perruna sin dueño seguirá en aumento, poniendo en riesgo la integridad física de personas con peligro de contagio del mal de rabia y con las consecuencias molestosas de tratamientos costosos por la agresión de los perros callejeros o la poca responsabilidad de dueños de mascotas.
Las autoridades especializadas deben tomar los recaudos necesarios para evitar más casos de rabia en Oruro, esa es su responsabilidad y el método tiene que ser radical y práctico.
Fuente: LA PATRIA
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