Óscar Nina: Del sueño de ser bombero a la prisión repentina
07 mar 2015
Fuente: La Paz, 6 (ANF)
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Óscar Hugo Nina Fernández, el hijo de un bombero y una ama de casa, creció en una humilde familia de la zona norte de Oruro, la capital del Pagador. Vivió asediado y atormentado por sus propios colegas, desde antes de que asumiera el máximo cargo en la Policía Nacional. En menos de tres años, vio caer el castillo de cristal construido en base al enriquecimiento ilícito y sus eventuales vínculos con el narcotráfico.
Confiado en sus relaciones de amistad con Pedro Morales -hermano del Presidente-, y de su apellido de origen aymara, Nina se montó al carro de Movimiento Al Socialismo (MAS), cuando fue designado comandante departamental de Oruro. Poco antes, ya había asumido el mismo puesto en Pando, en momentos en que la masacre de Porvenir tiñó de sangre la Amazonía el 11 de septiembre de 2008.
Con permanentes limitaciones económicas, Nina soñó en ser como su padre. Primero, se enlistó en la Escuela de Clases y Policías, y egresó como suboficial. Posteriormente ingresó a la Academia Nacional de Policías (ANAPOL), donde inició su carrera rumbo al máximo sitial. Discriminado por su apellido y luego hostigado por sus camaradas que le hacían “contra-inteligencia”, Nina nunca pudo disfrutar a plenitud lo que amasó; más de 3 millones de dólares, según estimaciones de la Fiscalía y el propio Ministro de Gobierno, Hugo Moldiz.
Entre los cargos de jerarquía que ocupó al interior de la Policía están Comandante de Bomberos de La Paz, Comandante Departamental de Pando, Comandante Departamental de Oruro, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), y finalmente, Comandante General de la Policía.
Compitió con el general René Sanabria, exjefe antidrogas y ahora preso y condenado en Estados Unidos, por asumir la comandancia general de la Policía. En el marco de esa lucha por el ascenso, Nina habría apoyado la campaña electoral del MAS el 2009. Se lo denunció incluso por haber hecho traer desde Argentina a dos famosas agrupaciones musicales hasta El Chapare.
El premio no tardó en llegar. En enero de 2010 asumió el mando de la entidad verde olivo. Solo el arresto de Sanabria en Panamá obligó al Gobierno del MAS a destituir a Nina de sus funciones cuando el actual embajador ante las Naciones Unidas, Sacha Llorenti, fungía como ministro de Gobierno.
Según las fuentes consultadas por ANF, Nina vivía presionado y hostigado, no sólo por sus subalternos, que parecían conocer sus negocios ilícitos, sino también por su esposa, Nancy Morales, de la que se señala, le gustaba ostentar riqueza y organizar fiestas en su domicilio. “Entonces, el general terminaba cediendo ante cualquier petición de los oficiales, y también de su mujer, que siempre cuidaba de estar bien teñida, de rubia”, dice uno de los que lo conocieron. A Nina le gustaba las fiestas con grupos en vivo y whisky etiqueta azul. No le importaba gastar altos montos de dinero, con tal de recibir la aceptación entre sus camaradas del alto mando policial.
En el último periodo, en su calidad de general en retiro, Nina adquirió bienes inmuebles costosos en zonas exclusivas de La Paz, lo cual llamó la atención de las instituciones encargadas de fiscalizar los patrimonios de los funcionarios públicos. El cerco se fue cerrando, no sólo en torno a Nina, sino de su esposa y sus hijos, todos supuestamente implicados en un clan lleno de complicidades.
Fuente: La Paz, 6 (ANF)
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