Sábado 07 de marzo de 2015
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El último domingo caminaba al atardecer por la Avenida Arce, a pocos metros de la Residencia Presidencial de San Jorge, cuando pasó una vagoneta plomiza con un claro letrero: “Seguridad Presidencial”, aunque no era parte de la comitiva del primer mandatario; seguramente tenía otra misión.
El detalle que me sorprendió y preocupó es que desde el asiento de atrás, asomaba por las ventanillas semiabiertas, un soldadito vestido con algún tipo de camuflaje, quizá café, quizá verde oscuro. No distinguí el tono, pero sí la boinita.
¿Qué hacía un militar en un vehículo de seguridad presidencial? Recordé que en las épocas dictatoriales era usual ver militares en las comitivas de los golpistas: Hugo Banzer, Juan Pereda, David Padilla, Alberto Natusch, Luis García Meza, Celso Torrelio, Guido Vildoso.
Una de las primeras medidas en el inicio de la época democrática fue la orden del presidente civil- surgido de las urnas- Hernán Siles Zuazo-, quien recobró el rol constitucional de la Policía Boliviana, fundada por el Libertador Antonio José de Sucre. Siles pidió que su guardia esté conformada por los “verde olivo”. Incluso hubo una anécdota que contó su esposa Teresa meses después: entre los primeros edecanes se había filtrado un antiguo agente de los golpistas. Otro capítulo fue el secuestro de ese sacrificado Presidente con la complicidad de su entorno.
