Latinoamérica es muy rica en sus tradiciones, folklore y en sus danzas, cada país y cada pueblo reflejan una riqueza inmensa de cultura viva y por lo mismo debe reconocer y valorar lo que tiene y lo que somos.
Con las disculpas anticipadas a muchos países de nuestra Latinoamérica, todos ricos en sus danzas y su música, en sus expresiones culturales en general por el significado histórico y simbólico que tiene para cada país, solo como ejemplo me permito mencionar algunas de ellas:
Por ejemplo “El Rapa Nui” es de Chile; entre tanto en Bolivia tenemos a “La Diablada”, “La Morenada”, “Los Caporales”, “El Tinku”; “El Pujllay”; entre tanto “El Pacasito” y “Las Huaylas” al igual que “La Marinera” son del Perú; del Ecuador los típicos “Sanjuanitos” y los “Aruchicos”; la danza y música llamada “La Mejorana” es de Panamá o como el “Jarabe Tapatío” y los “Mariachis” son de México, o “El Malambo” y “El Chamamé” son de la Argentina así como “La Samba” y la “Capoeira” son del Brasil y muchas otras danzas que son la expresión cultural viva de nuestros pueblos que tardaríamos muchas horas y días en describir por cada país de nuestra querida Latinoamérica.
Ahora bien las instituciones llamadas a hacer respetar, promocionar y difundir cada expresión cultural en el exterior de cada país por Leyes Nacionales, por acuerdos internacionales y/o convenios internacionales, son los Gobiernos Nacionales y en el exterior sus Misiones Diplomáticas acreditadas en diferentes países.
Pero respetuosamente debemos reconocer que lamentablemente algunas Misiones Diplomáticas de algunos países de nuestra Latinoamérica, no funcionan para esos objetivos, dejando en un tercer o cuarto plano esas tareas culturales de cada país y en algunos casos generando conflictos entre países hermanos como los que existen entre Bolivia, Perú y Chile.
Contrariamente y si sirve de consuelo, en el exterior, están los ciudadanos que amamos y nos identificamos con honor y dignidad con nuestras tierras, con nuestros países, con nuestros folklores, con nuestras culturas y con el espíritu integrador de latinoamericanos los llamados a difundir y promocionar nuestras expresiones culturales de origen, a defender y valorar lo nuestro según nuestras tradiciones, usos y costumbres de cada país.
De estos hay muchos ejemplos, donde no existen conflictos sino que nuestras culturas se expresan con armonía, integración e identidad cultural en el exterior.
Fuente: UNESCO, Danza y Folklore de América, Medios de Comunicación.
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