Jueves 05 de marzo de 2015
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Se afirma, con razón, que la perpetuación en el poder es un objetivo de los autócratas. Esto viene a cuento porque el presidente ecuatoriano Rafael Correa –cuyo gobierno, junto a los de Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros del Caribe, es parte del ALBA–, pareció diferenciarse de sus colegas cuando impulsó en 2011 una norma constitucional que limita a una reelección de los mandatarios de su país. Fue, entonces, una buena noticia para la democracia en ese país. Pero esto duró poco. Con el manido argumento de que si el pueblo lo pide, hay que cambiar lo establecido, Correa acaba de sacar las garras, y se propone nomás eternizarse en el poder.
Como en el Ecuador el Gobierno de Correa sigue el camino del populismo para controlar todas las instituciones, “el Consejo Nacional Electoral (CNE) rechazó una vez más los esfuerzos de la oposición por impedir la reelección indefinida del presidente Rafael Correa. El pasado viernes 13 de febrero, el CNE determinó por cuarta vez que no suministraría a Compromiso Ecuador los formularios necesarios para proceder con un referéndum que muestre si el pueblo respalda o no la modificación constitucional para consagrar la reelección indefinida”. (Rebeca Morla en “CNE de Ecuador niega referéndum sobre reelección indefinida” | El Diario Exterior | 25.02.2015).