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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Una auténtica vocación de servicio - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Pocas personas pueden preciar de contribuir con autentica vocación de servicio a la construcción de nuestra sociedad, encarando una lucha abierta contra la corrupción y desempeñado la función pública, sin el padrinazgo político partidario, que por lo general condiciona y manipula la regia personalidad del mejor de los juzgadores.
Con ese derecho que le asiste, el abogado Ernesto Araníbar Sagárnaga, continúa dando muestras del interés y dedicación que tiene para ayudar y apoyar a la juventud, motivando su constante superación. Muchos tal vez no conozcan que el septuagenario orureño cada año y sin fallar uno desde hace más de dos décadas entrega una medalla al mejor alumno y a la mejor alumna del Colegio Nocturno “Juan Misael Saracho”, como reconocimiento a los esforzados trabajadores que alcanzan el bachillerato con honores.
Esa es una pequeña faceta de la calidad humana de Araníbar, manteniendo incólume su condición de hombre del derecho tras haber ejercido todas las funciones de la judicatura departamental desde juez instructor de provincia, juez de mínima cuantía, vocal, subdecano, decano y presidente de la Corte Superior del Distrito Judicial, delegado distrital y director distrital del Consejo de la Judicatura, así como presidente de la Asociación de Magistrados de Oruro para ser luego nombrado conjuez. Ese trabajo se complementa con su ejercicio como Fiscal de Partido en lo Penal y Fiscal de Distrito, además de haber sido vocal de la Corte Departamental Electoral y concejal del municipio de Oruro. Como asesor jurídico aportó con su trabajo a la mayoría de las organizaciones populares, cívicas, gremiales y profesionales, así como a instituciones deportivas llegando a ser vocal y presidente del Tribunal Superior de Disciplina Deportiva de la Federación Boliviana de Fútbol, con importante participación.
A Ernesto Araníbar, un hombre sencillo y honesto, amiguero, solidario y desprendido se lo conoció en sus primeras actuaciones en la lucha contra la corrupción, cuando ejercía el cargo de Fiscal de Partido en lo Penal y la población y el foro local lo bautizó como el “Fiscal de Hierro”. Fue implacable para evitar abusos de los funcionarios públicos, autoridades y otras reparticiones. Realizó denuncias y abrió procesos contra los corruptos para frenar la corruptela, como afirmaba cuando salía de manera personal en los operativos para enfrentar a los “chicos malos” o, simplemente advertirles que estaba siguiendo sus pasos.
Su actitud valiente y decidida luego le valió su designación como Fiscal de Distrito, cargo que desempeñó con honestidad y responsabilidad a toda prueba, impulsando varios procesos. Esa actuación le permitió llegar al cargo de Vocal de la Corte Superior de Justicia para continuar su carrera hasta la Presidencia.
Araníbar en 1991 como fiscal de Distrito ya puso de manifiesto la inexplicable situación de los funcionarios públicos que en un tiempo muy breve aparecen con movilidades de lujo, inmuebles en lugares céntricos y organizan francachelas para consumir bebidas finas, siendo así que siempre reclaman que tienen un sueldo de hambre y que sus sueldos no les alcanza ni para sus más premiosas necesidades.
Algunos medios de comunicación reconocieron al fiscal Araníbar como el “Llanero Solitario” porque sólo afrontó las denuncias sobre el uso abusivo, arbitrario e ilegal de las aguas del Silala por parte de Chile, tema que puso en tapete en 1996 para exigir una acción decidida de las autoridades de la Cancillería de Bolivia para evitar ese atropello a nuestra soberanía.
Los antecedentes de las denuncias y procesos iniciados contra los pícaros que siempre pretendieron burlar la ley, llenaron cientos, miles de hojas, pudiendo más en muchos casos la prebenda político-partidista para evitar juicios contra quienes ejercían de autoridades y disponían a su libre albedrío de los bienes del Estado y de los pocos recursos económicos que tenía Oruro.
La personalidad de Ernesto Araníbar Sagárnaga, es clara muestra que debe servir de ejemplo para los nóveles fiscales y operadores de justicia, quienes están obligados a actuar siempre en apego a la ley y asumir el rol establecido por el Padre de la Justicia Boliviana Dr. Pantaleón Dalence Jiménez, que afirmaba que “la única servidumbre que no mancha es la correcta administración de justicia”.
(*) Periodista
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