Ofrecer soluciones a los problemas urbanos es una relación indisoluble si se trata de activar campañas en busca de arrancar el voto ciudadano y lo decimos de ese modo, porque como está la cosa, la disponibilidad ciudadana de exponer su voto democrático no es tan simple como parece, tras una serie de frustraciones sobre muchas promesas incumplidas por los políticos.
Ya se perfilan algunas ofertas, tomando en cuenta necesidades básicas de la población, un acierto puede ser la oferta de planes de saneamiento básico, caso de agua y alcantarillado específicamente y aunque parece sólo un programa mínimo, increíblemente es uno de los principales, si se toma en cuenta que el vivir bien, con seguridad depende de dotar a toda la ciudad, en todos sus barrios de esos elementos imprescindibles, para repetirlo, alcantarillado y agua, añadiendo además luz, y accesos peatonales y de vehículos para llegar y salir del hogar.
Esto que señalamos y que parece muy simple es un proyecto costoso e implica responsabilidades particularizadas de autoridades, pues debe pasar por un proceso de ordenamiento territorial, que facilite la creación de nuevas urbanizaciones a lo largo y ancho de la ciudad, evitando concentraciones en sólo algunas zonas y ampliando el radio urbano definido apropiadamente para un crecimiento planificado y con seguridad de contar con servicios fundamentales, lo contrario es atentar contra derechos ciudadanos.
Los mayores problemas para autoridades, de pasadas gestiones, del municipio han sido los asentamientos urbanos, el avasallamiento de propiedades, la defensa de éstas, la pugna de vecinos y la violencia generada por malos dirigentes, aprovechando justamente la falta de planificación urbana.
Hay que tomar en cuenta que pese a una serie de incentivos para encarar planes de desarrollo en el área rural, con apropiadas ventajas en materia de convivencia comunitaria y con la dotación de servicios elementales, resulta que por efecto del cambio social, persiste la migración campo – ciudad, generando un enorme asentamiento periurbano en condiciones no precisamente saneadas.
Naturalmente que el deseo de los conglomerados sociales es llegar a los centros urbanos y tomar posesión de algunos espacios, caracterizándolos incluso por afinidad de actividades, como el comercio y la venta al por mayor de una variedad de productos.
Este fenómeno obliga a las autoridades y debería llamar la atención de los candidatos, para que dispongan de programas elementales de ordenamiento urbano, que facilite un crecimiento armónico, objetivamente distribuido en función a las posibilidades evidentes de extender paulatinamente los servicios básicos, de modo que así como se tramiten nuevos asentamientos se disponga de esos ineludibles beneficios colectivos.
Cómo se podrá apreciar, la ciudadanía que en mayoría se asienta en los sectores periurbanos, espera soluciones concretas a sus anhelos de “vivir como la gente”. Para el resto de la población, sirven los planes de maquillaje en parques y plazas, aunque una urgencia corresponderá a mantener las calles, aceras y calzadas en inmejorables condiciones de uso.
Sólo para recordar a los candidatos algunos anhelos postergados y que pueden ser adecuadamente implementados si se disponen de planes objetivos, luego del saneamiento básico, está el Mercado Central, la ampliación de los mercados “Fermín López” y Campero, el embovedado del Tagarete y el reordenamiento del centro urbano. El asunto obliga a priorizar elementos de beneficio ciudadano, especialmente los que tienen mayor impacto social por su efecto de mejorar el bienestar de la población.
Fuente: LA PATRIA
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