Limpieza facial

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La limpieza de la piel de la cara es un procedimiento que, por lo menos, debe hacerse dos veces al día: a la noche, para eliminar restos de maquillaje e impurezas ambientales; y a la mañana, para remover sudor y sebo acumulados durante las horas de descanso.

Sin duda, la limpieza antes de dormir es indispensable, ya que durante la noche, mientras descansamos, aumenta la circulación cutánea y es el mejor momento para aplicar tratamientos faciales que, si no se realizan sobre el cutis limpio, no cumplen su función y se dificulta su absorción.

Los productos pueden ser loción, crema o leche para pieles secas, y geles o espumas libres de aceites -en especial para las pieles grasas-, con un contenido de pH afín con la piel y en lo posible sin fragancia. No conviene usar jabones, que suelen ser alcalinos y tienden a deshidratar la piel. También conviene evitar limpiadores con colorantes, aceites minerales o alcohol. A veces, los llamados tónicos alcohólicos deshidratan e irritan la piel.

No utilices agua caliente o muy fría, solo agua natural o tibia o si se prefiere agua termal o de hierbas como la manzanilla. Evita utilizar jabones germicidas, ya que dañan la flora microbiana normal del rostro.

La piel se renueva aproximadamente cada 25 días. Entonces, es conveniente realizar una limpieza de cutis profunda con extracción de espinillas u otras impurezas, con un profesional estético una vez por mes. La piel quedará preparada para una buena hidratación y demás tratamientos.

Con la limpieza facial, la piel está preparada para aprovechar al máximo las propiedades de los cosméticos que usamos a diario. Con la limpieza facial hidratamos, eliminamos toxinas, se reduce el acné (menos poros obstruidos) y relajamos y mejoramos la circulación de la cara, ganando en tersura y elasticidad.

Consiste en eliminar las impurezas gracias a productos específicos para cada tipo de piel, luego se descongestiona la piel y la misma queda lista para realizar peelings, luz pulsada intensa, dermoabrasión con puntas de diamante, intradermoterapia, alta frecuencia, radiofrecuencia facial, y otros procedimientos que tendrán mejores resultados en una piel limpia. Estos son tratamientos adecuados para rejuvenecimiento facial, manchas y acné.

Después de cualquier tratamiento o procedimiento facial es indispensable el uso de protección solar adecuada todos los días. Para mantener un cutis saludable cuida también tu alimentación, evita el consumo excesivo de frituras, bebidas azucaradas y saladas. Bebe 6 a 8 vasos de agua pura diariamente, duerme de 6 a 8 horas por la noche y camina por lo menos 20 cuadras diarias, esto ayudará a mantener la vitalidad y lozanía que debe tener la piel de todo el cuerpo.

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