Domingo 22 de febrero de 2015
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Los votos que recibe el actual gobierno, suponiendo que sean todos reales y no ficticios, tendrían que reflejarse en autoridad, en capacidad de decidir cosas que sus electores acepten.
Porque gobernar mirando a la platea y retrocediendo cuando escuchas algunos silbidos, no es muy digno. Rendirse, como nos dejó dicho Eduardo Avaroa, no es una opción. Y rendirse con mucha frecuencia abre la sospecha de que los votos fueron ficticios.
El Presidente Evo Morales se rindió ahora ante los transportistas que no quieren pagar el peaje por el uso de las carreteras.
Esto podría pasar como un incidente si no fuera que hay muchos casos parecidos, en los cuales el gobierno ha optado por retroceder, incluso en contra de la ley, sólo por complacer a algunos sectores sociales.
La ley prohíbe la importación de ropa usada, pero en la práctica todas las calles del país están repletas de esa ropa, que además se reexporta hacia algunos paí- ses vecinos.
Con los autos ilegales ocurre lo mismo. Siguen entrando y cuando los policías se proponen confiscarlos, les llueven las piedras y los azotes. La policía se rinde.
