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Domingo 15 de febrero de 2015

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Cultural El Duende

Poema del diablo en movimiento

15 feb 2015

Carlos Mendizábal Camacho. Oruro, 1917 - 1999. Poeta y periodista. Integró el grupo cultural ‘Gesta Bárbara’ en su segunda generación. Ha publicado “Oruro en la sangre” (1944). Su libro inédito titula “Danza de los diablos”.

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Virilidad de emociones

con tintineo de espuelas,

donde vacían los hombres

su esencia de sangre y tierra.

Quisiera con voz de trueno

cantar todas las destrezas,

que nacen de tu alma doble

y se transforman en zetas.

Es que mi voz se enamora

de la arcilla y de la seda,

que en arco iris de espiral

contra mis ojos se estrellan.

¡Qué borrachera de notas,

torbellino de caretas…

quisiera por un momento

ser un diablo de veras!

Conciencia del altiplano

que en la vida se enmadeja,

con carcajada de llanto

y con llanto que es de fiesta.

Con el perdón de la Virgen

que ansía matar las penas,

te has convertido en diablo

por la mina y sus riquezas.

Tan pronto estás en el cielo

como danzas en la tierra,

mezclando sobre tu pecho

resplandores y tinieblas.

El origen de lo que eres

hay que buscarlo en las venas

de los humanos que abrigan

el bien y el mal en su esencia.

Las notas que te sostienen

son aletazos de hoguera,

que al caer sobre las almas

no importa si las revientan.

Arre, diablo, diablito,

con saltos de siete vueltas,

tú has copiado de los siglos

los rasgos de tu presencia.

Tus ojos de revoltijo

son la imagen de las fieras,

con infiernos y volcanes

y abismos que no se cierran.

Tus brazos de pulpo inquieto

que ha colmado su impaciencia,

parecen un torbellino

de tenazas que se acercan.

Tus labios son el hondazo

de un tiempo que no se cuenta,

o el aletazo de un curvo

de alas rojas que se queman.

Tus piernas de saltimbanqui

que con nada se contentan,

son, mezcladas con el bombo

dos flechas de ida y vuelta.

Tu nariz precipitada

sobre un ritmo de carrera,

parece que se llamara

rinoceronte de fiesta.

La serpiente de tu mano

que cuando mira envenena,

es como el ansia de un gozo

que se divierte de pena.

Parece que fueran cohetes

las puntas de tus dos cejas,

o dos cometas hermanos

chocando contra la tierra.

Cinco piezas que ni a falda

ni a taparrabo se acercan,

colgando de tu cintura

son compases que jadean.

Tus orejas de vampiro

que sabe a voces de alerta,

parecen, cuando se agitan

aplausos de llama abierta.

Tu torso de lagartija

que bajo el sol voltea,

ha copiado el movimiento

del eje de nuestra tierra.

Una virgen de quince años

que ha de sentir amor empieza,

¡cómo sabría a tus dientes

de fragmentadas culebras!

El galardón de tu triunfo

es en sonidos sin cuerda,

y en lo fugaz de su brillo

tu cinturón de monedas.

Tus cuernos que se prolongan

como brazos que desean,

son, de todos los pecados,

las más viriles antenas.

Cuando pisas se levanta

una explosión de tinieblas,

para dar paso a las chispas

que producen tus espuelas.

La carcajada que baja

del dragón de tu cabeza,

es la expresión de la vida

hecha de risas y quejas.

Tu columna vertebral

es un signo que se trueca,

de admiración que parece

a pregunta sin respuesta.

Con tu pañuelo de sangre

que es nube de viento y seda,

la desgracia se ha limpiado

la herida que la atormenta.

Tus botas que no se cansan

conocen todas las sendas,

como que son huracanes

con sonido de cadenas.

La santa del Socavón

que disipa las tristezas,

te ha perdonado tus faltas

por gustar de tus piruetas.

A veces pienso, diablo,

que aún algo de ángel te queda,

yo no sé si en tus rodillas

o en tu variada conciencia.

Danza con aire de infierno

mestizo como la América,

yo pensaría que tienes

del cielo la entrada abierta.

Valentín Abecia manifiesta lo siguiente acerca de Carlos Mendizábal: “Escribió lo suyo, sus versos tiernos, románticos y a veces revolucionarios. Nunca se podía olvidar en el grupo de Gesta Bárbara su poema ‘Amiga yo no quiero que estés triste’, que aunque meloso y cadencioso, dejaba descubrir su espíritu de enamorado”.

De su parte, Alberto Guerra y Edwin Guzmán sostienen que “gran parte de la producción publicada en periódicos y revistas acusan su gran capacidad para el discurso poético de las manifestaciones populares, tradicionales”.

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