Loading...
Invitado


Sábado 14 de febrero de 2015

Portada Principal
Revista Tu Espacio

Portal de la Sabiduría

El amor y la generosidad

14 feb 2015

Fuente: LA PATRIA

El Alquimista

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Es necesario amar y ser amado, pero para desgracia del mundo muchos hombres y mujeres ni aman ni son amados. Eso que llamamos amor es algo desconocido para las personas y lo confunden fácilmente con la pasión y con el temor. Si las gentes pudieran verdaderamente amar y ser amadas, las guerras serían imposibles sobre la faz de la tierra.

Muchos matrimonios que podrían ser intensamente felices, no lo son debido a los viejos resentimientos acumulados en su memoria, manteniéndolos vivos al evocarlos a menudo. Si los cónyuges tuvieran generosidad, olvidarían el pasado doloroso y vivirían en plenitud, llenos de verdadera felicidad. La mente mata al amor, lo destruye. Las experiencias, los viejos disgustos, los antiguos celos y resentimientos acumulados en la memoria, destruyen el amor. Muchas esposas resentidas podrían ser felices si tuvieran generosidad suficiente como para olvidar el pasado y vivir en el presente adorando a sus esposos. Muchos maridos podrían ser verdaderamente felices con sus esposas si tuvieran generosidad suficiente, como para perdonar viejos errores y echar al olvido rencillas y sinsabores acumulados en la memoria.

Es urgente que los matrimonios comprendan la honda significación de vivir el momento presente plenamente, sin interferencias del pasado o preocupaciones por el futuro. Esposos y esposas deben sentirse siempre como recién casados, olvidando lo pasado y viviendo alegremente en el presente. El amor y los resentimientos son substancias atómicas incompatibles. En el amor no pueden existir resentimientos y susceptibilidades de ninguna especie. El amor es eterno perdón.

Existe amor en aquellos que sienten angustia verdadera por los sufrimientos de sus amigos y enemigos. Existe amor verdadero en aquél que de todo corazón trabaja por el bienestar de los desamparados, de los necesitados. Existe amor en aquel que de manera espontánea y natural siente simpatía por el campesino esforzado que riega el surco, por el aldeano que sufre, por el mendigo que pide una moneda y por el humilde perro que fallece de hambre a la vera del camino. Cuando de todo corazón ayudamos a alguien, cuando en forma natural y espontánea cuidamos el árbol y regamos las flores del jardín sin que nadie nos lo exija, existe auténtica generosidad, verdadera simpatía, verdadero amor. Desafortunadamente para el mundo, la mayoría de las gentes no tienen verdadera generosidad. Solo se preocupan por sus propios logros egoístas, anhelos, éxitos, conocimientos, experiencias, sufrimientos, placeres, etc. En el mundo existen muchas personas que poseen falsa generosidad.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: