Danzas Estilizadas: Tareas de jóvenes en el campo

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En los años 70 se incorporan al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, las danzas estilizadas de los antawaras y ahuatiris, reflejando las tareas que desarrollaban los jóvenes en el campo.

Estas danzas con sus pasos alegres y ágiles, reflejan la actividad del pastoreo y la práctica del recojo de agua en el valle boliviano, realizadas por los más jóvenes de las comunidades, conocidos como imillas y llok’allas.

ANTAWARA

En 1974, ingresa al Carnaval el Conjunto Folklórico Antawara fundado el 7 de noviembre de 1973.

El término “antawara” significa atardecer, específicamente los del altiplano que se caracterizan por tener cielos de color rojizo y otros matices.

Esta danza representa el pastoreo de ovejas con ágiles movimientos, para llevar el ganado ovino de un lugar a otro; es delicada, ágil y elegante. Se considera como danza estilizada, porque nace de los movimientos del pastor y la pastorcilla en sus faenas diarias.

Entre sus personajes resalta la presencia de jovencitas que personifican a quienes están a cargo del cuidado de las ovejas en las tierras del altiplano. Llevan un sombrero plano, fabricado de lana prensada de oveja y adornado con cintas de colores.

La blusa hecha de tela de bayetilla, con o sin escote. Las mangas son de tres cuartos, sueltas y anchas a partir del codo, decoradas con cintas delgadas de diferentes colores, en la espalda lleva un bordado con lentejuelas con la figura del sol y los colores del arcoíris que representan el atardecer. La pollera corta, confeccionada del mismo material, también lleva bordados con lentejuelas y cintas de color, además ésta es sujetada por una faja o chumpi, calzan zapatillas.

Por su lado, los llok’allas no llevan nada en la cabeza, su traje se compone de una camisa de bayetilla, de cuello alto y manga larga; sobre la misma viste un poncho de colores vivos y franjas delgadas, en el pecho y la espalda lleva figuras tiahuanacotas o un chasqui, bordado con lentejuelas en base a los colores del arcoíris. El pantalón del mismo material que la camisa, pero actualmente es de mezclilla o de tela, blanco o negro, según la combinación del traje.

AHUATIRIS

Esta danza representa el recojo de agua en los ríos por parte de los jóvenes de la comunidad, quienes tenían que recorrer largas distancias para este trabajo, razón por la que en los pasos de este baile existen saltos y brincos, agiles y elegantes.

El 27 de agosto de 1971 se funda el Conjunto Folklórico “Ahuatiris”, que un año más tarde forma parte del Carnaval, tiene mucha similitud en cuanto a la vestimenta con la danza de los antawaras.

El varón o llok’alla no lleva nada en la cabeza, usa una camisa de bayeta, aunque ahora es de algodón, sobre la misma un poncho de aguayo con franjas delgadas de distintos colores, sobre todo vivos, en la actualidad algunos danzarines utilizan colores enteros, con flecos blancos al borde y en el cuello tiene un borde de plumón blanco, en el pecho del poncho lleva figuras tiahuanacotas bordadas y adornadas con lentejuelas.

Lleva un pantalón que originalmente era de tela de bayeta, siempre de color claro, además de las zapatillas que permiten dar agilidad a su paso y danza.

La mujer en esta danza lleva un sombrero plano adornado con brillos y cintas de colores, además viste una blusa elaborada en tocuyo, con ribetes tejidos de colores, con mangas largas, anchas y escote redondo. Actualmente son adornadas con una variedad de bordados y encajes.

La pollera está confeccionada con tela de aguayo, caracterizada por ser corta, además lleva otras enaguas, sobre esta, en la cintura, se ajusta con una faja. En la pollera se tiene diversidad de bordados y lentejuelas con figuras geométricas con los colores de la whipala, calzan zapatillas planas.

Fuente: LA PATRIA