Un educador para cumplir su rol de líder en la formación de hombres y mujeres del próximo milenio, debe ser ante todo de mentalidad de éxito.
Todo educador debe ser modelo líder en el medio en el que realiza su actividad, en el sentido de que el líder debe propender alcanzar la excelencia; comprender que la vida no es algo que nos ha dado por simple azar, sino producir las oportunidades; trazar un plan, lograr los objetivos deseados a pesar de las circunstancias; reconociendo los errores; levantándose después de cada fracaso, utilizar el uso pleno de las potencialidades; crear algo; lanzarse a la acción en contra de la pobreza, la calumnia, la injusticia; sobre todo lograr con lo imposible. Todos estos aspectos se pueden inculcar en nuestros estudiantes pero previamente se debe hacer valido para nosotros mismos, es así que hacer lo propio, implica también buscar la excelencia, sobre todo practicar cada uno de estos aspectos en todas y cada una de nuestras actividades, por ello, la práctica es importante en este cometido.
Una vez que se ha hecho valido, para nosotros los maestros, entonces se puede emprender la feliz tarea de colocar en práctica estos aspectos en nuestros educandos, partiendo de explicar en nuestras clases y lo que es más, haciendo practicar a nuestros estudiantes. Esto no es tarea difícil de aplicar, por cuando se puede aprovechar todas las situaciones de clase para ahondar estos conceptos, así mismo, será interesante dar a los padres de familia algunas charlas para que ellos coadyuven en forjar en sus hijos estos aspectos que con llevan a la excelencia.
Para que el profesor cumpla su rol de líder, debe ser un maestro emprendedor, esto es hacer uso de la capacidad emprendedora. El espíritu emprendedor es algo intangible, dotado de razón, capaz de embestir con ímpetu para comenzar una obra; Un don sobrenatural capaz de acometer comenzar algo grandioso; una virtud o ciencia mística que nos impulsa a iniciar grandes cosas; Una vivacidad, un ingenio, un principio generador, una esencia que nos impulsa a comenzar un objetivo de gran determinación; Un vigor natural que alienta al cuerpo para acometer comenzar una obra.
El docente que tiene energía emprendedora hace posible las cosas más difíciles para otros, es solo cuestión de sonar convertir ese sueño en realidad con el trabajo emprendedor, esto es formar al hombre del próximo milenio con la profundización de la utilización de sus capacidades en forma integral.
El maestro para lograr fomentar desarrollar el espiritu emprendedor como una experiencia verdadera e innovadora debe lograr metas individuales en la vida, existe la creatividad no como un castillo en el aire, sino como una superación productiva de quehaceres concretos.
(*) Profesor
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