Con un pretexto poco congruente que no justifica la decisión de no utilizar la única pasarela construida justamente para facilitar el tránsito de personas de uno a otro lado de la ancha avenida 6 de Agosto o denominada también la Avenida del Folklore en la intersección de la calle Montesinos, resulta una incongruencia, frente a la necesidad de facilitar la circulación de personas en los días de Carnaval.
No es posible que a “ésta altura del tiempo” se den cuenta (en el municipio) que la pasarela tiene un diseño poco funcional, aspecto que debió observarse con justificativos profesionales cuando la misma se encontraba en fase de construcción y no cuando es necesario utilizarla, en vista de que las otras pasarelas de uso temporal no serán habilitadas por razones obvias.
Es más reveladora la incapacidad funcionaria cuando se decide ceder espacio en dicha pasarela a un canal de televisión para que efectúe su trabajo, como si esa tarea absolutamente comercial fuera más importante que facilitar a centenar de personas, atravesar de lado a lado una avenida que resulta prácticamente anulada para ese fin durante dos largas jornadas carnavaleras, en que se utilizarán de la manera más incómoda algunas bocacalles.
Se establece que la pasarela resulta poco funcional por el ancho de sus accesos en la parte de la escalera tipo caracol donde se reduce el espacio para el tráfico de personas. Puede que exista razón en esa apreciación, pero en todo caso debería pensarse en establecer condiciones muy claras para que los días de Carnaval se disponga de un estricto control, por parte de personal policial y municipal, en los dos extremos de la pasarela, “dosificando” si vale el término la cantidad de personas que sólo deben cruzar de un extremo a otro sin detenerse en absoluto en la plataforma de circulación.
El asunto puede tener posiciones contradictorias, pero no se justifica que una obra que ha costado sus buenos miles de bolivianos y que por su estructura garantiza la circulación permanente de personas, de modo ordenado y regulado, se utilice como plataforma para beneficio de un canal de TV, cualquiera que fuese, es algo inconcebible.
Lo que hay que hacer, reiteramos, es disponer el suficiente número de efectivos policiales y gendarmes municipales, en ambos extremos y en la parte superior de la pasarela para que anteladamente se advierta a la población que debe ascender y bajar de la pasarela ordenadamente y no puede detenerse en su plataforma, eso permitiría que se facilite el tráfico racional de peatones, sin sobrecargar peso en la parte superior y evitando aglomeraciones, pues lo principal es que se exija disciplina ciudadana para movilizarse ordenadamente.
Se sabe que se efectuaron las pruebas de rigor en cuánto corresponde a la resistencia de la pasarela, otra prueba y ya con control efectivo debería efectuarse en el Último Convite, esto con fines de organizar un grupo especial que con los reemplazos pertinentes, pues se trata de largas jornadas, se dedique al control de la gente en su paso por la pasarela.
Si con más dificultades y mayores riesgos se permitió el uso de las pasarelas armables, hasta el infausto accidente del pasado Carnaval, pues ahora hay que brindar, seguridad y comodidad a la ciudadanía y esto es posible hacerlo si se extrema un sistema de control permanente y a cargo de elemento debidamente capacitado. ¿Qué nos pasa? la pasarela debe tener uso funcional.
Fuente: LA PATRIA
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