Lo que no se hizo en más de cuatro años es difícil que pueda efectuarse en menos de cuatro meses, sumando efectivamente los días que hay de mandato municipal hasta el fin de su gestión, con alcalde de transición y un Concejo que sigue politizado aunque en una nueva alternativa electoralista.
Ha transcurrido un tiempo relativamente corto con el nuevo esquema, pero suficiente para comprobar una vez más que en la Comuna orureña, como en algunas otras del país, se privilegian los intereses partidarios, de uno u otro sector, dejando en segundo plano la atención a los problemas apremiantes que confrontan los vecinos en sus barrios, especialmente los marginales.
Buena parte del tiempo transcurrido ha servido para efectuar cambios de funcionarios en las diferentes unidades, empezando por los niveles superiores y llegando incluso a los niveles de base, donde muchos empleados y obreros han sido removidos, especialmente los que trabajan a contrato.
Por las denuncias y los reclamos que se formulan al interior de la Alcaldía, no importa el corto periodo que falta hasta el 29 de marzo, lo importante es preparar el terreno para las nuevas autoridades municipales tomando en cuenta, por lo menos en Oruro, que la pugna electoral será entre dos fuerzas, una que buscará continuidad y la otra que logró cierto apoyo en el Concejo, desde donde se mueven algunos hilos para empujar al candidato retador.
El tiempo corre inexorable, aunque se lo aprovecha con fines muy sectorizados con la esperanza de ganarle algunas tajadas a la nueva torta que podría colocarse en la mesa municipal después de marzo, pero como el asunto no es tan simple, en el municipio local está la otra corriente, esa que espera reivindicar su programa de servicio a la comunidad, con más bríos que su primera experiencia pero con por lo menos un 25 por ciento de gente que se encaramó en este corto periodo y que espera un golpe de suerte para asegurar su condición de “empleado municipal”.
Ya en el segundo mes del año, la dedicación corresponderá también al festejo cívico que en realidad le corresponde al Municipio, ya que el homenaje al aniversario nacional es responsabilidad de la Gobernación. En pocos días más, se desarrollará el Carnaval de Oruro, por lo mismo el trabajo más intenso corresponderá a la Alcaldía, de la que se espera un trabajo eficiente para mostrar una imagen de alta responsabilidad y eficiencia a los visitantes del interior y sobre todo a los extranjeros que lleguen hasta la Capital del Folklore de Bolivia.
Como se puede observar, la actividad del Gobierno Municipal, no da para mucho, ni siquiera para que sus concejales puedan aprovechar al máximo el tiempo que les queda, preparando su “Carta Orgánica”, instrumento normativo que no pudieron elaborar en toda su gestión los legisladores ediles.
Después de las carnestolendas posiblemente se les ocurra a las autoridades municipales encarar algunas gestiones de fiscalización, una importante deberá corresponder a la última parte de su mandato y especialmente al uso de recursos del pueblo en la organización del Carnaval, ojalá ese informe sea efectivo antes de liquidar la gestión.
Terminado el periodo más de una decena de personas pasarán a las listas de exautoridades, volverán al anonimato de sus actividades regulares, aunque muchos de sus actos, que por supuesto no han sido productivos ni eficientes, quedarán en el libro de actas del soberano para recordarles el incumplimiento a su promesa de servir a Oruro.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.