Virgen de la Candelaria inspiración de la “Obra Maestra”

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Oruro, aunque no figura entre las principales ciudades del mundo donde se celebra el Día de la Candelaria, el 2 de febrero vive una de las mayores celebraciones religiosas en honor de la Virgen María, en su advocación como Virgen del Socavón, divinidad que inspiró el Carnaval de Oruro, que ostenta el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

En la historia de la religión católica, sobre la celebración de la Fiesta de la Candelaria se menciona que en sus albores, ésta fiesta en Roma tenía carácter penitencial y en otros casos se indica que era parte de la fiesta de Lupercales, posteriormente relacionada con la presentación del Niño Jesús por su madre la Virgen María en el templo de Jerusalén y la purificación de la santa luego del parto, para cumplir el mandato del Antiguo Testamento.

Considerada la protectora de Oruro, la Virgen María, en su advocación como la Virgen del Socavón, recibe el 1 de febrero el homenaje a partir de una peregrinación de sus devotos portando cirios, tradición recuperada desde 1996 cuando la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada en coordinación con miembros de la Iglesia Católica organizaron dicha actividad, que este 2015 cumple 19 años.

Las historias y leyendas transmitidas por la tradición oral, muchas de ellas recogidas en documentos testimoniales, le atribuyen a la Virgen del Socavón acciones de protección. Es el caso de las historias del Chiru Chiru y Nina Nina, personajes inmortalizados como los primeros devotos de esta deidad, a quienes la Virgen les habría aparecido en un momento de dolor luego de haber sido heridos. El primero conocido como una especie de “ Robin Hood andino” que robaba a los ricos para compartir con los pobres, que al ser sorprendido robando en un domicilio de una familia adinerada fue herido de muerte.

El otro, Nina Nina, según cuenta la leyenda, también fue auxiliado en el momento de su agonía por la virginal mujer, luego de ser herido por el padre de su amada Lorenza Choquiamo que los sorprendió en una fuga por defender el amor entre el hombre pobre y la hija de un millonario.

También está la leyenda de la Ñusta, que salvó a los urus de la ira del dios Wari que envió cuatro plagas: una víbora, un lagarto y un sapo de dimensiones gigantescas, así como el ejército de hormigas para castigar al pueblo que decidió adorar al dios Sol. La Ñusta benefactora, habría petrificado a las tres primeras bestias y a las hormigas las convirtió en arena.

Una de las referencias indica que la virgen es venerada desde 1789. Ahora a la Virgen es la principal fuente de inspiración de fe y devoción de casi todo un pueblo creyente, que más allá de los rezos, cánticos y celebraciones litúrgicas manifiestan su creencia en la composición de canciones, poesías, construcción de imágenes en réplicas del lienzo pintado a finales del siglo XVI por un autor desconocido sobre un tapial.

Este fresco en varias ocasiones fue objeto de transformaciones, al extremo que encima empotraron manos, una imagen del niño Jesús y hacían que la virgen luzca diferentes tipos de atuendos. Pero en 1992 un equipo al mando de la artista Alda Bertoncello restauró la imagen inaugurando el nuevo altar en 1996.

Hasta el altar de la “Mamita Cantila” como también se denomina a la Virgen del Socavón, año tras años llegan miles de hombres y mujeres de todas las edades, como protagonistas de la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, para expresar y renovar su fe.

Fuente: LA PATRIA