La psicóloga responde

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Licenciada:

Tengo un problema que no sé si es tan grave, pero siento que soy muy exigente a veces conmigo misma y más aun con la gente. Donde trabajo quiero que se haga las cosas como yo quiero casi siempre, sin embargo, me gusta que la gente trabaje y aporte.

Algunos de mis compañeros me han dicho que cambie, ya que mi exigencia se vuelve en intransigencia e intolerancia, a veces arruina nuestro desempeño y que yo algún día me quedaré sola.

En esos momentos, me siento mal por comportarme de esa forma, pero tampoco quiero cambiar, pues me gusta hacer las cosas bien hechas.

Sé que cometo algunos errores y me doy cuenta de ellos y los corrijo.

¿Cree que actúo bien? ¿Qué debería hacer? ¿Cómo debería comportarme?

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Querida amiga:

Antes que nada es bueno que reconozcas tus errores y si bien los corriges, toma en cuenta lo que te sugieren tus compañeros, pues es posible que te hayas extralimitado en tus acciones y actitudes.

Quizás tú no lo percibes de esa manera, pero si decides mejorar tus reacciones y comportamiento, cambia siendo más empática, ponte en el lugar de tus compañeros.

Toma en cuenta sus inquietudes, necesidades, posiciones y su desempeño y capacidad para resolver problemas incluso en momentos de mucha presión.

Esta forma de percibir y resolver los problemas te abrirá a ser más tolerante con tus compañeros y contigo misma.

Todos tenemos limitaciones y si tienes un sentido abierto y equilibrado de competencia. Tu desempeño será mucho más sano.

Las relaciones más saludables no sólo se darán a nivel laboral, sino también a nivel personal y así no tendrás temor de “quedarte sola” por ser como eres y recibirás menos reproches y rechazos.

Si no ves cambios, busca la ayuda de un profesional.