Domingo 25 de enero de 2015
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El vicepresidente Álvaro García Linera admitió este 22 de enero que el proyecto político del gobierno es la destrucción del Estado, un viejo propósito del antiguo anarquismo que fue descartado, por impracticable, hace mucho tiempo.
Dijo el vice: “La propiedad y gestión comunitaria no puede ser implantada por el Estado. Lo comunitario es la antítesis de todo Estado.”
Y que el proyecto consiste en eliminar todas las demás formas de economía, como ser la estatal, la privada y la cooperativista, formas que figuran en la constitución. Sólo debe existir la empresa comunitaria.
Aunque dice que el proyecto en Bolivia es de largo plazo, el vice tendría que estar enterado de que el proyecto ya está en práctica, con no muy buenos resultados, en Somalia.
Allí el Estado fue destruido en 1991 y en su territorio reinan actividades económicas que podrían llamarse “comunitarias”, como propone el vice boliviano, aunque allí las llaman directamente mafias, quizá para abreviar.
Hay en Somalia, por ejemplo, gestiones comunitarias de producción y tráfico de “khat”, un estimulante vegetal como la coca, otras dedicadas al tráfico de mujeres, de órganos humanos, de sangre, además de contrabandistas que atraviesan ese territorio en todas direcciones. No hay ni leyes ni Estado.