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Domingo 25 de enero de 2015

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Revista Dominical

La danza de los Tobas es patrimonio nacional

25 ene 2015

Johan Romero Rodríguez • Juan Manuel Cuéllar Tovar

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La riqueza histórica que tiene la danza de los Tobas en Bolivia, es ampulosa y de gran valor, teniendo como máximo exponente al tradicional Conjunto Folklórico Tobas Zona Sud, que por falta de socialización es muy poco conocida.

Los tobas que extendieron su solar nativo hasta la quebrada de Humahuaca (Argentina), representan a las indómitas tribus que conquistaron la selva y fueron luego avasalladas por los incas que fundaron su imperio al pie de los Andes en el Cuzco.

La creación de la danza de los Tobas surge en Oruro a comienzos del Siglo XX, en la cual inicia sus actividades la primera comparsa de Tobas de Oruro de la Zona Sud, que con el pasar del tiempo llegó a constituirse con una mejor estructura organizativa para intervenir en fiestas religiosas con un disfraz de vestimenta selvática.

Se ha establecido como fecha de fundación un 14 de enero de 1917 por Tomás y Donato Cáceres Veliz, vecinos de esta ciudad que juntamente con el gremio de los carreritos deciden incorporar la danza de los “chunchos” de la fiesta de Tarija para participar principalmente en la festividad del Carnaval de Oruro, en devoción a la Virgen de la Candelaria o del Socavón, llevando a esta imagen sagrada la vestimenta y algunos pasos, dotándole en Oruro de otra música y mayor agilidad a la danza.

Esta nueva expresión de danza, que fue la innovación a inicios del siglo pasado, fue denominada como la “Comparsa de los Tobas de Oruro de la Zona Sud”.

Por excelencia el Conjunto Folklórico Tobas de la Zona Sud de Oruro practica la danza guerrera, de paso ágil y varonil, la documentación que respalda esta aseveración y narración lo sitúa en el escenario de la expansión del Imperio Incaico, cuando el Inca Yupanqui llevó al Tahuantinsuyo un grupo de tobas o también llamados “chunchos”, como demostración de haber incursionado victorioso en el trópico de oriente, lo que actualmente constituiría el departamento de Santa Cruz y parte del Beni.

Se cree que vinieron a Oruro con su vestimenta típica atraídos por la fama de la Virgen del Socavón.

El nombre de “Tobas” tiene su origen en el Chaco tarijeño y significa integración de pueblos, de ahí que los tobas que llegaron a esta región del Altiplano (Oruro) estaban integrados en una conjunción de etnias del Oriente y Sur de Bolivia.

En sus inicios a este conjunto se le daba el nombre de “Chunchos” porque su disfraz consistía en cubrirse de pies a cabeza con plumas multicolores sosteniendo en la diestra una lanza (chonta) y en la siniestra un hacha, en las espaldas cargaban hermosas conchas y “phurus”, finalmente los pies los llevaban cubiertos con ojotas de cuero.

Nuestra entidad folklórica comenzó sus actividades con dos grupos: Los “Tobas” y luego los “Chunchos”, que Tomás Cáceres y otros fundadores deseaban también recopilar del folklore de los llanos y del Chaco del Oriente boliviano y darles una coreografía y vestimenta destinada a la fiesta del Carnaval.

En un principio, los denominados “carreritos” llevaban la careta de alambre trenzado por ocultarse del pueblo, ya que era gente muy humilde de no muy buena presencia y de un sector excluido de la sociedad, también se incorporó a la danza personas dedicadas a la minería, de la Mina La Colorada, de San José, Santa Rita e Itos.

La Comparsa de Tobas de Oruro de la Zona Sud, hacía sus presentaciones en el Carnaval de Antaño y en otras festividades en filas de a dos bailando, con saltos ágiles y atléticos dirigidos por Tomás Cáceres al compás de un conjunto musical de pinquillos, quenas y tambores. En ese entonces la banda de “quenistas” que acompañaba al grupo dirigido por Mateo y Leocadio Escalera Bravo con cánticos efectuados por Justa Escalera Quiroz.

A partir de la década de los sesenta que toma una nueva fisionomía, cuando en lugar de su propio acompañamiento musical, se introduce la banda con instrumentos de metal, además que su membresía incluye a jóvenes deportistas que contribuyen con ágiles saltos, la presencia por primera vez de la mujer es esta danza que logra extenderse a otras esferas sociales cultoras de nuestro folklore.

A partir de los años ’70 la comparsa fue creciendo más y se incrementaron diversos bloques, representaba otras etnias del Oriente boliviano, primero los Cambas y en 1977 los Chipayas, este último grupo ya se lo organizó en recuerdo al grupo étnico que habitaba en el norte de nuestro departamento y es el único que no tiene raigambre oriental.

A comienzos de la década de los años ’80 de instauraron los grupos de los Macheteros, el personaje del brujo o hechicero, los Matacos, los Izozog que tienen procedencia beniana, los Guerreros Yukis y los Chimanes.

En la década de los años ’90 se implementan los bloques de los Añas, Moré, Chunchos Tarijeños, el personaje Sirionó y otros; siendo en 1999 que se instituyeron el bloque de los Chacobos y el año 2001 los Guarasug’we.

MÚSICA Y COREOGRAFÍA

La música del Tradicional Conjunto Folklórico “Tobas de Oruro” de la Zona Sud, es una melodía de dos partes, hasta la década del ’50, estos conjuntos bailaban al son de un grupo de quenistas acompañados de bombo y tambor. Encabeza la tropa el jefe de la tribu que con la ayuda de un silbato conduce a la tropa a la escenificación de una cacería o de un acto guerrero, preceden al conjunto cazadores que llevan monos, pumas y loros del Oriente boliviano.

Por lo cual una característica muy principal del baile y la danza de los tobas en su música es que en sus orígenes proviene de ritmos muy orientales, entre los ritmos principales están la chovena de la Chiquitanía, el ritmo de Aticu de las provincias “Luis Calvo” y Palos Blancos, también se debe poner atención en el taquirari, ya que este ritmo musical deriva una infinidad de temas que hoy en día son muy conocidos en el ámbito carnavalero.

La coreografía, música y pasos de la danza de los tobas, son exclusivamente propiedad del Conjunto Folklórico Tobas Zona Sud, que desde su incursión en los carnavales de nuestra ciudad que se remontan a comienzos del Siglo XX fueron siempre motivo de elogios y buenos comentarios, donde sus derechos son reservados y se prohíbe la imitación o reproducción de las mismas.

Los Tobas Zona Sud tuvieron exitosas presentaciones en el interior del país, así en el año 1942 en La Paz, donde miles de espectadores quedaron maravillados con el atlético despliegue de sus integrantes.

Pero sin duda alguna que su participación más feliz, constituye la realizada en el “Primer Festival Internacional de Danzas” que se cumplió en la sede de gobierno el 28 de agosto de 1976, con motivo del Sesquicentenario de la Fundación de la entonces República de Bolivia.

Las mudanzas de la especialidad son: Paso Bolívar (rápido con saltos regulares); paso camba (sumamente ágil con saltos de más de un metro de altura); el “chuku chuku” (de ritmo más alegre que gusta mucho al público, se danza sobre las puntas de los pies y casi de rodillas, lo que produce calambres al danzarín a posteriori) y el salto “kullawi”, hoy poco usado salía muy bien al son de los pinquillos.

El año 1920 los Tobas Zona Sud se presentaron en la República del Perú con el nombre de Tobas de Oruro, demostrando las danzas nacionales del toba, Camba, Chuncho, Salto Bolívar, Kullawis y otros. También presentaron posteriormente la danza del Chuku Chuku, Callahuayo llevando paraguas multicolores.

Los danzarines con el afán de aportar al conjunto con la creación de otros pasos en la ejecución de su danzar, implementaron el paso de la calle o salto, el paso leñador, el paso martillo, los pasos dobles, la innovación de vueltas en la danza como medios giros y giros completos, asimismo, la innovación del salto alto o como comúnmente se conoce como salta pecho y salto camba alto.

La Danza de los “Tobas de Oruro” de la Zona Sud se identificó por un singular grupo que da brillo y esplendor a nuestro antruejo y no solo eso, sino que inclusive tuvo la satisfacción de mostrar una faceta de lo que es el folklore boliviano en la República de Chile en el año de 1923, presentándose en la población de la Tirana y en la República de Argentina en el año de 1999 y en varias invitaciones a eventos importantes en nuestro país demostrando la magnificencia de danza de los Tobas Zona Sud.

VESTIMENTA

Cada pareja de chunchos viste disfraz del mismo color, distinto al de las demás parejas; lleva pantalón largo y chaqueta y máscara. Los tobas usan falda, ponchillo, turbante largo con plumas en las puñeras y tobilleras, los Cambas que antes desfilaban casi desnudos, ahora se cubren con un pantalón y un poncho con flecaduras ambas prendas, y los chipayas portan ponchos y pantalón ligeramente modificado del que usan a diario.

ORGANIZACIÓN

La primera organización formal y reconocida por su tradición se alcanzó con Donato Cáceres Veliz que en los muchos años que presidió el conjunto mantuvo las costumbres tradicionales.

Después tomó el mando Germán Quiroga, compartiéndolo con su pariente Rómulo Terrazas, quien en 1964, en reemplazo de aquel, colaborado con su esposa introdujo varias reformas. Una de ellas fue el cambio de la banda de pinquillos por otra de vientos, por ser inservibles ante el aumento creciente de danzarines y por las numerosas bandas de otros conjuntos.

La vestimenta también fue mejorada, siguiendo el ejemplo de las demás comparsas. Asimismo, renovó la música imprimiendo un ritmo más alegre, estimulante para el danzarín, permitiéndole lucirse en las demostraciones.

Actualmente cuenta con más de doce piezas musicales que alternan en cada cuadra durante los corsos. Habiendo desaparecido las caretas de tela metálica importadas, dispusieron que los tobas y cambas se pintaran las caras y que los chunchos usaran máscaras apropiadas fabricadas en Oruro.

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