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Jueves 22 de enero de 2015

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Ecológico Kiswara

Editorial

Nuestros ríos y lagos

22 ene 2015

Fuente: LA PATRIA

Un paseo a algún lugar que tuviera al menos un árbol, a orillas de un río cristalino, para beber agua fresca, hacer rebotar piedras “pizarra”, o refrescarse con el líquido elemental que regaba pastos y sembradíos, era una actividad muy común de antaño.

Hoy por hoy hallamos que muchos de esos lugares que se visitaban antiguamente, no son más que canales de agua estancada y contaminada o lagos medio secos en los que mueren millones de peces, todo esto ocurre por la inconciencia de los humanos que hemos querido ganarle sitio a la naturaleza y por la prisa de vivir en comodidad y en el consumismo dañamos nuestro propio hábitat.

Cuando disfrutamos de paisajes que tienen abundante agua y frondosa vegetación no pensamos en que algún día podría faltar el líquido elemental para que haya vida en cualquier parte, condición que hace al planeta Tierra el lugar propicio para que existan seres vivos.

Pero otra es la realidad cuando se abusa de la naturaleza y se contamina el aire, el agua, el suelo, ya que le restamos vida a la biodiversidad, porque los diferentes ecosistemas necesitan de todas las especies para lograr un equilibrio saludable para la existencia de todos y cada uno de los seres que los componen.

Hace poco fuimos testigos de la misteriosa muerte de millones de peces y varias aves en el lago Poopó, la explicación que se dio, después de realizar estudios a los cadáveres de esos animales, fue que lo ocurrido se debió al calentamiento global que ocasionó la baja en las aguas del lago, dejando a los peces sin posibilidades de sobrevivir.

Por otra parte, cuentan los abuelos que el Tagarete era un río de agua cristalina, donde se podía inclusive pescar, pero en la actualidad no es más que un canal pestilente que divide la ciudad en dos, poniendo en riesgo la salud de los vecinos que habitan alrededor del mismo.

El desvío de ríos, la contaminación de sus aguas, ocasionan daños al ecosistema y afectan a la vida misma de los humanos, principalmente en zonas en las que normalmente escasea el agua, como es la región del altiplano.

Lo que podemos hacer tanto autoridades como ciudadanos de a pie, para cuidar nuestras fuentes de agua, como lagos y ríos, es dejar de contaminar, ahorrar el líquido elemento que usamos en nuestras casas y si es posible ayudar con la limpieza de los acuíferos, levantando bolsas y botellas plásticas, u otros envases de metal, de cartón u otro material que no es biodegradable, es decir que tardarán años en desaparecer y son poco amigables con el medio ambiente.

Fuente: LA PATRIA
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