Loading...
Invitado


Domingo 18 de enero de 2015

Portada Principal
Cultural El Duende

Cómo salvarte sin morir primero

18 ene 2015

Julia García

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Mueres tierra, mueres madre, tú tan pura, tan dada de ti. Desnuda y abierta fuiste en tu tiempo novia del infinito, pero al conocer al hombre –al recién llegado– generosa te diste toda y él, hambriento de tu cuerpo te poseyó en su primera vez, pidiéndote permiso.

¿Recuerdas cómo añoraba tenerte Amazonas? ¿Cómo deleitaba su sed en tu pecho de nieves eternas? ¿Cómo reverenciaba tu ferocidad oxigenadora? Abrazándose a tu cintura telúrica se alimentaba de tus hojas, levantando sus ramas óseas te agradecía. Te obsequiabas virginal. Tú, abertura. Él, segregación. Enamorada de su habla colmabas su boca con la miel de tu árbol frutecido, mientras tanto, lascivo en tu selva ascendía y descendía destilándote secretos. Eras su diosa. Él crecía, no te atravesaba, iba contigo.

Pero un día, creyéndose tu dueño –migaja de vida, imperfecto– se atrevió a hollarte con desperdicios, cortó tus alas, disparó tu cuerpo de animal liberto, cubrió tus raíces con cemento, echó ácido a tu río, explotó tu eco subterráneo, y para que no loaras la vida incendió tu savia, dejándote resquebrajada, ahogándote el grito. Dolorosa, consumida, preguntabas por qué el hombre, tu hijo, tu hermano, aquel que fuera tu amador, tu devoto, ahora ingrato, cínico, volcaba contra ti su fastidio.

Hoy agoniza en tu vientre su infancia, sin cuerpo, sin movimiento, ex árbol, ex río, ex cielo, ya no ruges tu reproducción, eres su fin profético. Y el hombre, creyéndose mártir, aún sufre de no tenerlo todo, justifica su corazón de hierro, hiriéndose a sí mismo.

¡ Ay hombre! ¿Por qué has olvidado tu principio?

* Julia Guadalupe García Ortega.

Coordinadora de “El Duende”.

Para tus amigos: