Sábado 17 de enero de 2015
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Editorial y opiniones
La falta de diálogo, perjudicial para una convivencia pacífica y fraterna
17 ene 2015
Guillermo Vacaflor Rufino
Los acontecimientos que se suceden, tanto a nivel internacional, nacional, departamental y regional; con problemas sociales, económicos, laborales, políticos e incluso religiosos y culturales, que derivan en conflictos que no tienen una solución efectiva y rápida; más al contrario, ocasionan un perjuicio a la población que nada tiene que ver en el conflicto. Ya que las posiciones hasta intransigentes de las “partes”; en nuestro país, particularmente en nuestra comunidad, desembocan en cierre de oficinas, bloqueo de calles, bloqueo de carreteras; además de huelgas de hambre y otras medidas “extremas”; que no permiten una solución a estos; y por consiguiente, una convivencia pacífica y fraterna.
Sueños, ímpetus, idealismos, humanismos y utopías son términos que por, momentos, desdibujan la profundidad de sus sentidos, o hasta son declarados proscritos, ahistóricos o inviables, atrapados por la misma fuerza de los modelos sociales que en algún momento los tuvieron como piedras angulares.
Para argumentar lo mencionado en los párrafos anteriores, queremos tomar el pensamiento de Paulo Freire que expresaba: “Perdidos están los que no sueñan apasionadamente, que no son románticos. Yo sueño con que nunca más se vacíen las calles. Que nunca más los líderes políticos se sirvan de las plazas llenas para poder negociar arriba. Sueño con que aprendamos todos a asumir democráticamente los cambios. Sueño con una sociedad reinventándose de abajo hacia arriba, donde todos tengan derecho a opinar y no apenas el deber de escuchar. Este es un sueño históricamente viable, pero demanda que la gente descruce sus brazos para reinventar esa sociedad”.
