Sábado 17 de enero de 2015
ver hoy
El pueblo orureño, sin distinción de clases ni credos políticos, espera del futuro gobernador, alcalde, asambleístas y concejales, un trabajo realmente positivo y que no sea el continuismo de una administración plagada de desaciertos como ocurre en la actualidad.
Tanto la primera autoridad departamental como el burgomaestre a ser elegidos, deben responder con sus actos al engrandecimiento de la ciudad y las 16 provincias.
Estas personalidades deben pensar primero en Oruro, y si pertenecen al partido oficialista, tratar de evitar el dedazo caudillista de su jefe, porque es bien sabido que don Evo Morales no quiere lo mejor para este jirón con relación a otros hermanos departamentos.
En ese entendido es imprescindible encarar como primera obligación la construcción de recintos escolares, al ver una población educativa en pleno crecimiento, que precisa de un adecuado servicio para ampliar sus conocimientos.
Si realmente pregonamos tener un mejor país, nos viene muy bien la expresión del presidente del Uruguay, José Mujica en ocasión de su estancia en Bolivia, diciendo, ojo, dar batalla al despilfarro con un ordenado manejo de los dineros generados por los pueblos, destinándolos en el fomento de la educación y cultura.
