Miercoles 07 de enero de 2015
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Cuando Vito Corleone quiso mandar un mensaje a un director de cine para que contrate a su amigo, no llevó el mensaje en persona: lo mandó con “il consigliere”, Tom Hagen (Robert Duval).
Debía convencerlo de que el Padrino no pide dos veces un favor, pero como el director se negaba, optó por mostrarle el poder de la mafia con una acción horrenda, una pesadilla real: puso la cabeza cortada del caballo preferido del director entre sus sábanas.
La escena volvió a la memoria de los tarijeños la semana pasada cuando el alcalde, Oscar Montes, recibió una visita que terminó convenciéndolo de la necesidad de renunciar a su candidatura a la gobernación.
Pero no fue “il consigliere” el que trajo el encargo, sino el propio Presidente Evo Morales. Todas son especulaciones sobre lo que fue esa reunión. Lo único que se sabe con certeza es lo que dijo Montes minutos después: que estaba renunciando a su candidatura para proteger a su familia.
La versión más difundida es que el mensajero mostró a Montes el informe de la UIF sobre negocios hechos por su hija de 18 años, negocios que podían llevarla a la cárcel por “enriquecimiento indebido”, sobre todo si la justicia, como en este caso, es muy obediente.