De manera general, la educación del hombre actual se plantea como un problema excepcionalmente difícil de solucionar: pero de la máxima importancia para el destino de la especie humana: constituyendo un tema capital para todos los hombres y las instituciones preocupados por mejorar el mundo de hoy y de preparar el de mañana.
En este marco y para tener claro el rol que puede y debe jugar la educación en los destinos de la humanidad y de nuestro país, debemos reflexionar sobre tres fenómenos nuevos de carácter doctrinal y práctico que fisonomizan la problemática educativa actual.
Primero, a diferencia del pasado, en que el desarrollo de la educación era consecuencia del desarrollo económico por primera vez en la historia de la sociedad el desarrollo de la educación a nivel mundial, tiende a preceder y a generar desarrollo económico. A Bolivia, que lleva un atraso de siglos en su desarrollo económico respecto a otros países, le urge disponer de recursos humanos cualificados, capaces de ayudar a cerrar esa brecha, transformando en riqueza real nuestros recursos naturales. En este caso, la educación se convierte en elemento primordial de desarrollo.
Segundo, a diferencia del pasado, en que la educación estuvo siempre al servicio del sistema social vigente, consolidándolo y legitimándolo ideológicamente, hoy, también por primera vez, la educación puede ser utilizada concretamente para preparar a los hombres para tipos de sociedad que aún no existen. En Bolivia, caracterizada por una sociedad signada por la discriminación, en perjuicio de la mayoría indígena y popular, ha llegado la hora de construir una sociedad igualitaria, a través de un sistema que brinde igualdad de oportunidades educativas a todos. En cuyo contexto, la educación se constituye en el poder esencial para formar al hombre nuevo, capaz de construir una sociedad nueva, solidaria y recíproca.
Tercero, que, en contraposición con las expectativas y esperanzas individuales y colectivas sobre innegables beneficios de la educación, también por primera vez, la sociedad comienza a rechazar los productos ofrecidos por la educación institucionalizada. En Bolivia, como en otros países atrasados y dependientes, este fenómeno se agudiza por la prevalencia de modelos educativos importados y la obsolescencia de métodos y prácticas educativas, ante la falta de capacidad de crear y desarrollar sistemas educativos, acordes con nuestra propia realidad. El reto que se nos plantea es construir nuestro propio sistema educativo, concebir nuestra pedagogía nacional conforme a nuestra realidad diversa y multicultural, en un marco de igualdad de oportunidades.
Uno de los principales problemas de la educación en Bolivia es la falta de igualdad de oportunidades para el acceso, la permanencia y la calidad en el sistema educativo nacional. Los mayores índices de analfabetismo, deserción escolar y baja escolaridad se registran en el área rural, en las familias más pobres y sobre todo en las mujeres.
Finalmente para concluir, quiero mencionar que la educación tanto tiempo ha sido marginada y discriminada, como Director de la Unidad Educativa considero con la implementación de la nueva Ley Elizardo Pérez-Abelino Siñani, Bolivia vive un periodo de transformaciones estructurales como Estado que exigen realizar cambios en la economía, política y sociedad, en consecuencia de este proceso, en el ámbito social surge la necesidad de realizar una revolución educativa, tomando en cuenta las corrientes pedagógicas que sustentaron los diferentes modelos educativos vigentes hasta ahora resultaron insuficientes para resolver los problemas de la educación y la sociedad boliviana. Ni el conductismo, ni el constructivismo respondieron a consolidar la identidad cultural plurinacional y a las necesidades e intereses del Estado.
En respuesta a esta situación, se plantea el modelo educativo Sociocomunitario Productivo, que emerge de la realidad de la vida, de las demandas e intereses del Estado y se fundamenta en la convivencia armónica y comunitaria de los sistemas de vida y las comunidades humanas en la Madre Tierra, proponiendo una formación integral y holística del estudiante a través del desarrollo de las dimensiones de la vida del ser humano: el Ser, Saber, Hacer y Decidir, que además contribuyen a la construcción del Estado Plurinacional. Uno de los pilares fundamentales del Nuevo Modelo Educativo Sociocomunitario es la descolonización en el ámbito educativo, que significa desmontar las estructuras normativas e institucionales y desestructurar sistemas vigentes de opresión y discriminación en el ámbito educativo.
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