Después del fatídico accidente que se tuvo en el anterior Carnaval, y el disimulado intento de tratar de apropiarse de nuestras danzas por otras ciudades hermanas; todo nos hacía pensar que este nuestro patrimonio oral e intangible de la humanidad sería encarado de manera mucho más agresiva en su organización por nuestras autoridades, que se olvidaron de Oruro pero por lo visto otra vez será lo mismo, quizá sea peor; y tan solo falta un poco más de un mes y hasta ahora nada.
Será que estos señores no tienen la más mínima imaginación para mejorar este nuestro Carnaval; será tan difícil sacar algunas normativas que ayuden a su mejor organización por ejemplo:
Exigir de que los asientos tengan un mínimo de 0,50 m. de ancho por 0,60 m. de largo y una altura de 0,40 m.
Pedir que se otorguen ingresos a los asientos por la parte inferior de las graderías, para así evitar esas famosas escaleras que muy tranquilamente superan los 10 m. un verdadero atentado a la seguridad de las personas.
Se ha visto que las pasarelas son necesarias para la fluidez en la circulación peatonal; se diría que inclusive son imprescindibles, será que buscan resolver este problema a unos días del Carnaval o en su caso traten de poner las mismas pasarelas, un tanto refaccionadas sin las garantías necesarias.
Las personas que adquieran los metros lineales a lo largo de la ruta del Carnaval para el armado de graderías, deberán firmar un compromiso que les obligue a cumplir los requerimientos arriba mencionados; caso contrario estos serían revertidos sin ningún resarcimiento; para que otras personas se hagan cargo de dichas graderías, en último caso quedarían estas vacías.
Otorgar a los señores danzarines vías de escape en las bocacalles, para su pronta evacuación en caso de algún fortuito médico o cubrir cualquier tipo de percance que estos pudieran presentar.
De que los asientos que son vendidos a precios exorbitantes tengan todos el derecho a baño si excepción.
Así se podría mencionar muchos otros más ejemplos.
Y todo esto solo con el propósito de mejorar nuestro Carnaval, de que los turistas que nos visitan sean por lo menos bien tratados, ya que no les podemos ofrecer más; al estar nuestra ciudad hace mucho tiempo abandonada; por sus autoridades que por lo visto sus intereses son otros no son los nuestros, nunca les importó Oruro y por su culpa otra vez tendremos un Carnaval que no mejora, más de lo mismo y quizá como nunca retrocedamos.
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