El tiempo se acorta y la fecha se acerca, será en cuestión de algo más de quince días que el Presidente del Estado Plurinacional tomará la decisión sobre la conformación de su gabinete, es su potestad y una atribución que le permite elegir entre muchos o pocos, no se sabe, a sus colaboradores directos para iniciar su tercer mandato.
Con la anticipación del caso y de la manera más directa el Jefe de Estado advirtió a sus actuales ministros que “estén preparados para salir o quedarse” en el gabinete, pues todo puede suceder en cuestión de los próximos días cuando se vayan ajustando los engranajes del Ejecutivo para que la maquinaria siga funcionando de manera objetiva y positiva.
En el ínterin se ha conocido algunas posiciones personales, por lo menos de dos colaboradores del Mandatario, la Ministra de Comunicación que confesó que ya no puede con el ritmo presidencial y al cumplir su ciclo este mes dejará la importante cartera. Casi con el mismo argumento el Ministro de Trabajo hizo similar anuncio y pasará a la lista pasiva.
Hay un caso especial, que de no solucionarse en el marco de la ética y la responsabilidad profesional, más que política, puede generar problemas más adelante. Es el problema del Ministro de Salud, de quien han pedido su renuncia en muchos sectores sociales y profesionales, sin embargo el Presidente habló de su ratificación, situación que seguramente merecerá un claro análisis al interior del equipo de colaboradores evaluando el hecho en su máxima instancia para evitar que el “error” de un dignatario de Estado, salpique a todo el equipo y ocasione resistencia externa y reacciones que afecten el inicio de la nueva gestión.
De acuerdo a ciertos análisis la situación de varios ministros es prácticamente invariable, es decir que se mantendrán en los puestos clave en que desde varias gestiones desarrollan sus labores. El Ministro de la Presidencia, por un lado; el caso del titular de Economía y Finanzas, la situación en la cartera de Transparencia y otros como Justicia, Minería y Metalurgia, Defensa y otros son menos sensibles a las presiones partidistas o sectaristas, por lo mismo con menores posibilidades de cambio.
Sin embargo en diferentes estratos de la comunidad se han conocido algunos reclamos directos sobre la actividad de algunos ministros que no atendieron o respondieron oportunamente a los planteamientos ciudadanos, generando frentes de rechazo al gabinete que asume la “responsabilidad conjunta” de las decisiones que se adoptan en el equipo ministerial, en el que desde que Evo Morales llegó al poder, el canciller y el ministro de economía se mantienen sin interrupciones.
El criterio generalizado al interior del equipo ministerial es que se mantenga su conformación para dar continuidad administrativa a la gestión y que estos funcionarios de alto nivel, se sientan apoyados y asegurados en sus cargos para seguir con la “política de cambio, para vivir mejor”.
El asunto es de expectativa general, máxime si el Jefe de Estado anticipó una evaluación previa de cada ministro con los dirigentes de la Coordinadora Nacional para el Cambio (Conalcam), instancia en la que puede sugerirse algunos ajustes que tendrían que ver con un reajuste en el gabinete, pero nada está dicho, sólo flota en el ambiente la idea sobre “algunos cambios que están en la mente” presidencial.
Fuente: LA PATRIA
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