Miercoles 24 de diciembre de 2014
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En días más, ingresaremos en el año 2015 que será un tiempo lleno de desafíos que habrá que enfrentarlos; un año en el que podrían definirse muchas políticas tendientes a superar una crisis que será muy dura y, además, que no dejará saldos de muchas bonanzas como se cree.
Los precios del petróleo se muestran en bajada permanente y ello determinará forzosamente la caída de los precios del gas que exportamos al Brasil y a la Argentina dando lugar a que los ingresos del país disminuyan radicalmente, pese a “la fortaleza económico-financiera” que, muy optimista califica el Ministro de Economía.
La crisis que originará los precios bajos del petróleo, del gas y otros carburantes, más los precios en bajada de los minerales y materias primas que exportamos, serán determinantes para que el país reciba menos dinero y, consecuentemente, los medios que reciban gobernaciones, alcaldías, universidades, etc., sean menores.
Lamentablemente, cuando el país pudo prever estas situaciones de crisis, no supo encararlas debidamente aumentando la producción y, si posible, creando reservas muy fuertes para hacer frente a las dificultades. Por otro lado, al no haber inversiones, tampoco se puede esperar situaciones bonancibles en la economía y, así se hubiese invertido en los últimos cinco años, hay que estar convencidos de que los réditos de esas inversiones tardarán aún mucho tiempo en ser reales.