Martes 23 de diciembre de 2014
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Gobiernos totalitarios componentes de la Alianza Bolivariana para pueblos de nuestra América (ALBA), deben aprender del histórico paso dado por los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro, cuando al estrechar sus manos, dieron fin a 53 años de tensas relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El acercamiento de ambas naciones, es el corolario de una gestión secreta emprendida por su Santidad el Papa Francisco, lo cual permitió llegar a un final feliz para bien de toda la humanidad, algo que le hará merecedor al Premio Nobel de la Paz
Lo sucedido el 17 de diciembre del presente año, es una muestra de que los pueblos rechazan políticas de dominación que signifiquen instalar dictaduras con el propósito de extender corrientes de corrupción, fomento al narcotráfico y sometimiento inmisericordioso al ciudadano bajo la bandera del socialismo.
Mandatarios de ese modelo, que encabezan varios países sudamericanos, que se caracterizan por protestar y defenestrar al país del Norte, ahora tendrán que recapacitar y comprender que su causa no es agotar al propio pueblo en fricciones internas y perenne pobreza.