Las razones que conducen a los adolescentes a consumir drogas son varias, pueden ser de naturaleza psicológica, social o física.
La adolescencia es un período de crisis, de nuevas adaptaciones, este proceso sigue su curso normal en la mayor parte de ellos, pero para una minoría se presenta como un período altamente conflictivo, difícil de superar, entonces acude a las drogas como escape a las dificultades de inseguridad y aislamiento que le provocan su nueva adaptación.
La exagerada timidez de algunos adolescentes, los que no pueden relacionarse con sus pares, padecen de fuertes sentimientos de inferioridad y de desvalorización personal, que los puede conducir al consumo de drogas como medio de solucionar su estado de ansiedad que se torna insoportable.
LA FAMILIA
Actualmente se reconoce que la mayoría de los jóvenes que consumen drogas provienen de hogares donde las relaciones familiares están en franca descomposición. Los jóvenes se quejan de la falta de comprensión y atención de parte de sus padres, se sienten solos y extraños, en la familia no existe el diálogo el que se reduce a monosílabos. En muchos casos, el hijo recurre con toda confianza a sus padres para plantearles sus problemas ¿se le escucha?, ¿se le ofrece atención? Si no se le escucha, es probable que aparezca otra persona que sí le escuche, y lo introduzca en un grupo de drogadictos y le hable de los supuestos beneficios que proporciona la droga.
EL COLEGIO
Los colegios de educación media son las instituciones encargadas de dar una adecuada formación a los adolescentes, proporcionándoles información sobre los muchos problemas que rodean su ambiente social, entre ellos, el de la droga, que comprometen su futura conducta y a los cuales debe afrontar racionalmente. El colegio debe proporcionar al adolescente contenidos de aprendizaje que sean útiles, prácticos y actuales. No convirtiéndose en pesada obligación que lo lleve al fracaso escolar alejándolo del colegio, de ser así, el cambio para la drogadicción se encuentra abandonado.
Pese a lo dicho, sería un error el pensar que las motivaciones individuales, la familia y el colegio son los únicos factores responsables para el consumo de drogas. Las verdaderas raíces se encuentran en factores de naturaleza social, económica y política. Una sociedad como la nuestra, en verdadera crisis de valores, donde imperan la corrupción, el cohecho, el soborno, etc., no ofrece modelo alguno de identificación a los padres de familia, menos a los adolescentes.
TRATAMIENTO DE LA DROGADICCIÓN
El tratamiento de los drogadictos es una tarea ardua, difícil que no siempre culmina con la curación total del enfermo. En este tipo de tratamiento se distinguen dos niveles: el médico y el psicológico.
La curación del drogadicto sólo es posible si existe de parte de él una voluntad explícita de abandonar el consumo de drogas en forma definitiva, sin esta manifestación consciente de cambiar de vida, no es posible una terapia exitosa del enfermo.
Antes que curar es preferible prevenir, esta tarea es posible mediante una amplia labor educativa en la que estén comprometidos toda la comunidad educativa: familia, escuela, iglesia, barrio, comunidad, etc., que tienen que ver con el quehacer educativo. Esta labor consistirá en una amplia información de los efectos de las diferentes drogas y de los peligros físicos y psicosociales que corren los probables consumidores, de esta manera, el joven estará en condiciones de evitar los efectos perjudiciales de la droga, y alejarse voluntariamente de la drogadicción.
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