Jueves 11 de diciembre de 2014
ver hoy
Si empezamos el conteo de días a partir de mañana, nos daremos cuenta que faltan veinte días para el 2015; se nos va el año 2014, junto con él, la certidumbre de la vida, en la que gozamos de buenos momentos, supuestamente aún tenemos buena alimentación interna y externa, porque comemos, nos bañamos, lavamos ropa, aseamos la casa, de vez en cuando hasta nos damos el lujo de lavar el auto con agua que fluye de una manguera. Pero todo ello podría acabar.
Hoy por hoy, disfrutamos de momentos agradables, empero, todo aquello, depende y dependemos como humanos del líquido elemental, si, el agua, que para muchos expertos ambientalistas es considerada como fuente de vida, ya que sin esta esencia natural (H2O), no hay civilización alguna, mucho menos alimentación ni instantes placenteros en familia. Si el agua se agota, realmente estaríamos perdidos como humanos.
Actualmente parece que vivimos muy complacidos, cómodos porque tenemos agua en domicilios, mercados, en algunos parques, jardines, plazas, etc, a través de la provisión que realiza el Servicio Local de Acueductos y Alcantarillado (SeLA Oruro), empresa a la que pagamos dos bolivianos, por metro cúbico, es decir, por mil litros que equivale a cinco turriles.