Las aberraciones metodológicas de la Reforma Educativa en Bolivia
11 dic 2014
Adhemar Ávalos Ortiz
Cuando uno piensa, en realidad se piensa mucho cuando existe la capacidad suficiente, no necesariamente física, sino mental, el conocimiento puede pasar por construcciones maravillosas o encontrarse en el escenario de las aberraciones metodológicas. Un método, sea universal, general o particular, debe interpretar la realidad y no adaptarla a las ideas, generalmente absurdas de los que definen las premisas y objetivos de la educación en un país concreto, en este caso Bolivia.
La Reforma Educativa pasa por concepciones no necesariamente erradas, sino que está manipulada ideológicamente por aquellos que han llevado al extremo la concepción étnica de la realidad, deformando lo que debería ser la aprehensión del conocimiento como fundamento de una vida plena y satisfactoria, la solución fácil concebida como que la Escuela debería resolver los problemas familiares, o sea que las madres y padres ya no son responsables de la educación de sus hijos, donde el hogar no solamente es fundamental, sino imprescindible.
¿En qué se basan los preceptos errados del nuevo Sistema Educativo? En que parten de una concepción errada “per sé”. Partiendo de una filosofía que concibe a la formación de la persona como algo absolutamente subjetivo, o sea que el maestro va a determinar la formación del alumno a partir de solamente su voluntad. Es un esfuerzo erróneo, basado en criterios conductistas que no tendrán éxito, al menos como se imaginan los que elaboran teorías atrasadas e incompatibles con lo que se piensa como la formación adecuada del ser humano.
La Reforma se basa en cuatro elementos de por sí incongruentes porque no concibe la vida en su realidad: el ser, el saber, el hacer y el decidir. Reducir a estos temas la formación de los niños y niñas ya pasa por el absurdo. En realidad, ellas y ellos pasan por un proceso, malo o bueno, de construcción de valores y conductas en el hogar. La Escuela solamente, en sus limitadas condiciones objetivas, puede moderar situaciones, nunca cambiarlas plenamente. Los hogares, buenos y malos en sus prácticas habituales, son los fundamentos de la constitución de la sociedad, y pensar que el escenario de la presencia de los maestros va a hacer posible la constitución de individuos sanos y fértiles es una estupidez rayana en la torpeza más extrema. Es en la familia donde se constituye una estructura con valores y principios, la Escuela debe estructurar conocimiento o lo que es fortalecer algo anterior, pero como secundario en el sentido de lo que es el desarrollo, cada vez más competitivo.
Cuando los torpes consultores, contratados por el Ministerio de Educación, a partir de su currículo o currícula escolar, conciben que un 60% de la nota académica debe depender del aprendizaje, trabajos y asistencia del alumno, y un 40% de su actitud y personalidad, abren la posibilidad de que los niños y niñas inteligentes, los que generalmente son callados e introspectivos sean relegados por personas hiperactivas con deficiencias de conducta, los que generan problemas en el proceso de conducción del conocimiento, cometen arbitrariedades y no pueden ser expulsados por una Ley Contra el Racismo y la Discriminación que es una deformación en el sentido del entendimiento de las relaciones humanas. El planteamiento cuantitativo se dirige a definir un 30% de nota por el saber, un grave error metodológico y a que uno va a instituciones de enseñanza para saber a partir solamente de conocimiento formal, sin considerar estructuras de método en todas sus variantes, lo que se encuentra con estructuras memorísticas, las que, en parte, son necesarias, pero no concluyentes.
Lo peor de la Reforma Educativa es que no ha considerado las visiones de personas que trabajan de día a día en el tema, o sea de gente involucrada en el asunto fundamental, a partir de una percepción soberbia de que solamente los especializados, supuestamente, en temas de educación, tienen que definir las premisas y objetivos de ésta. Las dimensiones de la educación actual están concebidas erróneamente y solamente llevarán al desastre, pretendiendo sustituir al hogar por la escuela, cuando esto solamente se lo puede hacer en una sociedad comunista y no en una capitalista de corte neoliberal. La Escuela está para transmitir conocimiento y método, lo demás es complementario.
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