Nosotros no robamos

Las últimas declaraciones de Diana Álvarez Calderón, ministra peruana de Cultura, le ponen el cherry a esta desagradable torta, cuando afirma que "Perú y Bolivia celebran el reconocimiento de la Unesco" referido a la festividad de la Virgen de la Candelaria.

Bueno, nada más alejado de la verdad. Porque en Bolivia no podemos celebrar nada. Sería como celebrar la entrada de un ladrón en nuestra casa, y ¿quién puede hacer eso?

En Bolivia estamos molestos todas y todos los ciudadanos, que tenemos al menos un poco de criterio. Posiblemente los que celebran sean el embajador Sergio Cáceres ante la Unesco y don Pablo Groux, que ya fueron declarados no gratos por los asambleístas orureños.

¿NOS HACE FALTA?

Decía en alguna parte de su alocución la ministra peruana que al no haber exclusividad, ellos pueden bailar danzas nuestras y viceversa. Pues bien, aquello de "viceversa" no va con bolivianas y bolivianos, porque no lo necesitamos.

Nuestra música folklórica está considerada entre las mejores (sino la mejor) del mundo. Prueba de ello la gran aceptación de nuestros conjuntos cuando viajan a otros continentes. Entonces, dada nuestra gran riqueza cultural no requerimos préstamos o apropiaciones que no condicen con nuestra manera de ser.

PENOSO Y PATÉTICO

En el lado peruano, también tienen una cultura ancestral que les ha dotado de manifestaciones culturales con matices propios. Pero lo penoso es que no dinamicen esta cultura. Penoso es que no hayan artistas o compositores que modernicen o estilicen la música para hacerla más atractiva. Penosa es la falta de imaginación para estilizar o actualizar alguna danza antigua y penosa la carencia de grupos musicales que recorran el mundo como lo hacen los nuestros.

Lo patético está en la alegre apropiación de otras danzas. Como patética es la tergiversación de vestimentas y pasos coreográficos con que insultan a nuestras danzas y, claro, patética es la ignorancia sobre el génesis de nuestras danzas. ¿Podrá un peruano de Puno, explicar el origen de los Caporales?, ¿sabrá ese mismo peruano explicar los códigos en la vestimenta de un moreno o un diablo? Con seguridad que no. Y deberían hacerlo si insisten en afirmar que tenemos raíces comunes.

SOMOS BOLIVIANOS

En el mundo globalizado de hoy, al parecer ya no hay exclusividades. Es verdad, aunque esto no justifica de ninguna manera apropiaciones aberrantes en festividades grandes.

Veamos, en Bolivia cultivamos la música mexicana, porque nos gusta y la escuchamos en matrimonios, bautizos, cumpleaños, etc. De hecho no hay ciudad grande, mediana o pequeña que no tenga sus grupos de mariachis. Pero nunca, ni por broma, hemos afirmado que esa música sea boliviana. Todo lo contrario, los nombres de los mariachis, siempre aluden a lo mexicano y en la mente y conciencia del boliviano eso está bien claro.

La cumbia es muy popular en nuestro país y en otros de América, al grado que ya tiene matices propios (chicha, andina, sureña, gaucha, etc.). En Bolivia la bailamos, no hay problema, pero estamos conscientes de que el origen es colombiano y nunca hemos pretendido, ni por si acaso, afirmar que la cumbia sea boliviana. Por ello es que no tenemos problemas con México ni con Colombia.

Lo grave, acaso gravísimo, sería pretender introducir estos estilos musicales y de danza en nuestras grandes festividades y en nuestros carnavales, que ya tienen títulos de reconocimiento internacional y nacional. Eso sería, simplemente apropiación indebida y las y los ciudadanos bolivianos no somos ladrones de cultura, a Dios gracias.

Entretanto pidamos a nuestro Gobierno y a quienes corresponda, registrar o "patentar" (si el término cabe) al resto de nuestras variadas danzas que aún no han sido plagiadas ante los organismos correspondientes.

(*) Lic. en Comunicación Social