Sábado 29 de noviembre de 2014
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A raíz de los avances de la educación en el planeta, se considera que cualquier proceso de formación en las unidades educativas debe pasar por entender que la transmisión de conocimiento es su base esencial, la que no significaría mucho sin estar acompañada fundamentalmente de los métodos universales, generales y específicos como sustento del sistema. El conocimiento científico pasa necesariamente por acercarse al objeto de estudio con una curiosidad plena para encontrar su esencia y evitar el perderse en las apariencias de la forma. Posteriormente, el que debe trabajar a todo ritmo es el cerebro, al capturar este conocimiento primario, reflexionar críticamente sobre él y volver al objeto para realizar una segunda aproximación mucho más profunda y nuevamente regresar al análisis, sobre la base de la prueba y el error. Solamente así se va construyendo un verdadero conocimiento científico el que, por naturaleza, siempre es parcial y temporal como la verdad, ya que la realidad se transforma constantemente, especialmente en las Ciencias Sociales.
¿Y qué es lo que sucede con la reforma educativa del MAS, una continuación orgánica de los cambios implementados por el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada? Parte de concepciones erradas, las que no corresponden a visiones modernas y exitosas de la educación. Se cree ingenuamente que el país solamente cambiará hacia el ámbito positivo, después de siglos de atraso en todos los ámbitos de la realidad, solamente porque lo desean algunos consultores internacionales y locales, emborrachados por la construcción de un monstruo demagógico y rimbombante que no significa nada más que un discurso osado, pero vacío de contenido transformador.
