Viernes 28 de noviembre de 2014
ver hoy
Editorial y opiniones
ENTRE COLUMNAS
El “zingani” registrado como chileno
28 nov 2014
Rodolfo Mier Luzio
A finales del siglo XIX, Elena Abaroa, hija de Eduardo, se casó con Policarpio Luksic, un empresario croata que tenía buen ojo para los negocios y comenzaba a generar su fortuna. 80 años después, en 1979. Andrónico, nieto del héroe del Topáter, compró la Bolivian Railway Co., la compañía que privatiza y vende el agua del manantial boliviano Silala. Para que se tenga una idea de las ganancias de los chilenos Luksic; sólo el año pasado, los herederos del mártir de la guerra del Pacífico recibieron 50 millones de dólares por la comercialización de agua potable y cruda que tiene sus orígenes en las cordilleras por donde pasa el Silala.
Así comienza la política depredadora de las empresas de los Luksic con los bienes de Bolivia. Ahora ese mismo grupo empresarial del chileno Luksic registró la marca “Zingani” con fines de evitar que el reconocido y único Singani boliviano ingrese al mercado del vecino país.
Los enfrentamientos políticos en el Órgano Legislativo evitó que Bolivia apresure el registro internacional del Singani boliviano ante las organizaciones pertinentes. En la parte conclusiva de la Ley de declaratoria como Patrimonio Nacional Histórico y Cultural del Estado Plurinacional de Bolivia al Singani boliviano, se conminaba al Gobierno Nacional asumir todas las políticas para asumir el reto en el exterior. Pero después de un año la norma fue revisada y aprobada, con modificaciones que contradicen normas anteriores, y el documento aún no fue aprobado para su promulgación. Pero, con los vecinitos que los tenemos al asecho, nada más cruzando nuestras fronteras, no podemos ser negligentes ni descuidados: Así nos arrebataron el mar; las aguas del río Lauca, las del Silala y hasta nuestras tradiciones culturales y folklóricas.