Quienes saben del valor real y la importancia de las inversiones para generar desarrollo desde su fase incipiente hasta su consolidación, son los ciudadanos asiáticos y en el caso al que haremos referencia, los de Corea del Sur.
El pasado mes el embajador de Corea del Sur formuló una abierta sugerencia a nuestro gobierno, señalando que “no se deben rechazar acuerdos comerciales con nadie…por el contrario hay que fomentar la atracción de inversiones extranjeras para desarrollar Bolivia”.
Se trata de un consejo interesante, producto de la experiencia que vivió Corea en un periodo de post guerra, tarea que le significó treinta años para concretar su industrialización, partiendo prácticamente en nada y logrando en ese tiempo el funcionamiento de industrias como la siderurgia, automotriz, astilleros, eléctricos y semiconductores, textiles, informática y comunicación, productos farmacéuticos y equipos médicos, además de establecer una clara posición de soberanía alimentaria.
Un dato sumamente importante es señalar que Corea del Sur es un país que no tiene petróleo ni gas, estos energéticos son importados para movilizar sus industrias y en esas condiciones enfrenta otros retos que son factores de mucha utilidad cuando hay riquezas naturales, el caso nuestro que además de combustible tiene importantes yacimientos mineros.
El diplomático asiático recomendó “elegir adecuadamente a socios inversionistas y no a patrones neoliberales”, añadiendo que en la actualidad hay mucho interés por invertir en los rubros de petróleo, minería y en el desarrollo de megaproyectos, para lo que se deben tomar decisiones claras para firmar contratos que impulsen los grandes proyectos.
El representante coreano advirtió que existen tres debilidades en el país que deben tratarse adecuadamente para salir de la pobreza. Mencionó por una parte la falta de soberanía alimentaria como requisito para eliminar factores adversos en periodos de crisis cuando se depende de la provisión externa de alimentos.
Se mencionó como otro factor negativo la falta de concreción para la creación y puesta en marcha de industrias tomando en cuenta que nuestro país, a diferencia de Corea, tiene importantes recursos naturales que deben ser industrializados, lo que significa fuentes de empleo seguro y un ahorro sustancial en las importaciones de ciertos materiales que pueden producirse en el país.
La otra debilidad es la demora en el desarrollo de los llamados megaproyectos estratégicos, teniendo “a mano los elementos para esos fines de crecimiento”. Sin mencionar los grandes proyectos y para buen entendedor, quedan en el análisis interno, los casos del Mutún, para la explotación de hierro y la producción de acero, o el caso de los salares con el enorme reservorio de litio considerado como el más importante a nivel mundial y con un prolongado periodo de espera para convertirse en factor del crecimiento nacional.
Para el observador asiático, los tres factores constituyen en el momento las causas para que persista la pobreza y el atraso, por lo que exhortó a las autoridades del Poder Ejecutivo a tomar decisiones urgentes para encarar los grandes proyectos y hacerlo captando inversiones de países que están en condiciones de aportar capitales y transferir experiencia y tecnología.
Hay que reconocer que en el país se han recibido muchas ofertas de inversión, una mayoría asiáticas, incluyendo Japón, China, las dos coreas y otros países de Europa interesados en nuestros megaproyectos, quizá es necesario seguir los consejos y no dilatar más tiempo la elección de socios – inversionistas.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.