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Domingo 23 de noviembre de 2014

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Cultural El Duende

La amnesis paradigma de la felicidad del futuro

23 nov 2014

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“Confrontadas las limitaciones de las ciencias con el progreso que otrora prometiera soluciones utópicas en torno al planeta, ahora más que nunca agobia al ser humano una visión apocalíptica, al añadirse a una crisis ecológica de consecuencias imprevisibles, la amenaza de la “guerra final”. Nos hallamos, pues, ante la disyuntiva de la quiebra total de la historia, es decir la caducidad de todos los registros de la memoria humana

Antes estas nociones, los escritores abajo firmantes, consideramos que la Amnesis Art cobra particular interés y nos ofrece un cierto paralelismo, aunque desde ópticas totalmente divergentes, a la mentada hipótesis sobre el Final de la Historia del nipo norteamericano Francis Fukuyama.

Con una visión antidialéctica Fukuyama sostuvo que tras el desmoronamiento del bloque socialista, se pondría punto final a los grandes conflictos de nuestro tiempo por efecto de la globalización de las ideas neoliberales: el ciclo de la historia se detendría para fluir en un eterno presente, ya sin los asedios del pasado sombrío.

Reafirmamos que un cambio tan profundo y radical, capaz de truncar desde dentro la historia, únicamente lo puede desencadenar la propia dialéctica a través de la Amnesis: supondría borrar racionalmente los registros de la memoria de todo el proceso de evolución, es decir el pasado, fuente de todas las desaveniencia entre los seres humanos. Por ejemplo, no cabría mejor solución para la crisis desatada en Medio Oriente que declarar la amnesia entre los contendientes…

En ese devenir, si bien es cierto que nos hallaríamos como la primera horda frente a la necesidad de recrearnos ante el vacío, la Amnesis representa un polo positivo: la Humanidad luego de lavar las sombras del pasado en las aguas del río Lete, podría inventarse -o mejor reinventarse- a la imagen y semejanza de sus mejores sueños y anhelos.

Claro que esto únicamente se puede dar a través del presente Manifiesto Amnésico, porque la amnesis solamente es la otra cara de la memoria y el ser humano es resultado de ambas…”

(GLOSA

El poeta boliviano Nicómedes Suárez Araúz, después de más de una década de residencia en los Estados Unidos, en 1990 retornó al país y a pocos días de desatarse la guerra del golfo Pérsico suscribió con el historiador José Luis Roca y los poetas Julio de la Vega y Marcelo Arduz Ruiz el presente manifiesto publicado en los “Cuadernos de Novísima Literatura” (Año 3, 2da. época: La Paz agosto 1991).

En Santa Cruz se ha brindado un enjundioso homenaje al exitoso literato con motivo de la presentación de su obra: “Loén: un mundo amazónico olvidado”, publicada por parte del prestigioso sello Editorial La Hoguera. La contratapa destaca los siguientes comentarios:

“Afirmar que Nicomedes Suárez es un poeta mítico genuino no es un elogio baladí. Concebir de los sueños, mitificar es la cualidad primordial del verdadero escritor. Otra es trascender la mera ingenuidad, crear, como él lo hace, con la imaginación”.

Jorge Luis Borges, 1983

“Poesía sorprendente de alta calidad y variedad, logra un discurso que representa muy bien las tendencias de la poesía hispanoamericana de la posmodernidad. La obra de Suárez Araúz sigue la escasa tradición de los textos y autores apócrifos, rasgo propio de las últimas décadas del siglo pasado, que ayuda a definir la posmodernidad en las letras latinoamericanas. Resuelve, además, uno de los mayores tópicos de la literatura de este continente, que se refiere al enfrentamiento con la propia identidad latinoamericana”.

Oscar Rivera-Rodas, 2005

“El poeta beniano Nicomedes Suárez Araúz es creador de la Amnesis Art o movimiento amnésico, que alcanza gran difusión en países como Estados Unidos, Francia, España y Argentina, rescatando la amnesia como metáfora poética y filosófica, para fabular o inventar historias que buscan llenar los vacíos de la memoria colectiva (No podemos recordar, entonces inventamos)”.

Marcelo Arduz Ruiz, 2009 

Finalmente, el último escritor explica que Suárez en base a los recuerdos de su infancia transcurrida en su tierra natal, cuenta que al ausentarse el Oficial Mayor de un grupo de escribanos medievales por tierras lejanas, durante una larga temporada sus discípulos hallaron escaso material para su oficio y carentes de toda conducción se dedicaron a inventar una serie de juegos y pasatiempos lingüísticos, bajo la supuesta influencia de la amnesia en lugar de la memoria. Sin embargo, intentando rescatar el poeta su olvidado origen ingresa a terrenos de lo apócrifo, mencionando que en 1966, al excavarse en 1965 los cimientos de la primera iglesia de su pueblo natal, se tropezó con una canoa de madera enterrada que contenía entre otras reliquias sacras los manuscritos de dichos escribanos. Nicomedes refiere que antes de que fueran exhumados, tuvo acceso a esa poética del absurdo recogida en su libro “Los escribanos de Loén”, editado en Estados Unidos el año 1974...

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